La vida es más que sobrevivir

-23.2- Amiga y mis chones

Parte 2.

Raven había llegado a la cafetería diez minutos antes de la hora acordada con su amiga, aunque lucía muy nerviosa sabía que necesitaba calmarse, sino Clarke comenzaría a sospechar.  Había entrado primero para dar una pequeña mirada, por sí Clarke había llegado antes pero no estaba en el local, así que decidió salir a la terraza. Se sentó en un puesto donde le permitía tener la visión total hacia la puerta. Mientras daba una pequeña mirada al lugar pensó sin duda que era acogedor, con un total olor a café recién hecho, a pesar que se encontraba fuera lograba oler el delicioso aroma.

Esperó a que alguien viniera a pedir su orden así que aprovechó en sacar un cigarro, últimamente consumía entre 5 a 8 diariamente. Se reprochaba al caer de nuevo ante esta droga, especialmente antes de la tontería que hizo, se supone que ya solo fumaba de 1 a 2 cigarros, pero su ansiedad la llevó por mal camino.

Comenzó a pensar en que tema hablar con Clarke, además de que decirle al no verse en dos semanas y sobre todo por el cambio de turno que realizó, pero en eso, su celular vibró y comenzó a leer los pequeños mensajes que había recibido, pero una dulce y tímida voz la interrumpió.

—Disculpe señorita, ¿qué le gustaría ordenar? — preguntó una chica morena, traía un delantal con el logo de la cafetería. —Doctora Reyes . . .  —volvió hablar al percatarse de quien era la cliente, sin duda la chica le gustaba decir su apellido. Se había vuelto un vicio.

—¿Luna? — se sorprendió Raven. —¿Trabajas aquí? —

— Si... bueno solo medio tiempo...—

—¿En serio? — estaba muy sorprendida. —La verdad no me imaginaba, pensé que estudiar era ...—

—¿Lo único que hacía? — negó. —No, me gusta ganar mi propio dinero...—

—Que bien que pienses así, eres muy independiente...—

—Gracias Doctora Reyes, bueno que le parece si le tomo su pedido...—

—Oh claro, me gustaría un chocolate caliente. —

— ¿Algún postre? —

—Por el momento no . . . —

— Enseguida vuelvo con tu pedido. . .—Vio como la chica iba hacia la barra y notificaba el pedido.

Se quedó pensando en la personalidad de Luna, había algo en ella que le comenzaba a llamar mucho su atención.

El tiempo avanzó y el reloj marcaban las 3:30 de la tarde, a Raven se le hacía extraño que Clarke no se presentará, volvió a revisar su celular esperando un mensaje en que le cancelara la cita, tal vez con una cirugía de última hora, pero no había nada. Justamente cuando iba a enviarle un mensaje, Luna llegó.

— Doctora Reyes, ¿le importa si la acompaño? — pregunto algo insegura, —Estoy en mi descanso...— pero al ver la confusión, rectifico. —Tal vez estés esperando a alguien, perdón no quiero ser inoportuna e invadir su espacio... lo siento me iré a sentar en otro...—

—No te preocupes. Por favor, siéntate... — la ardilla de Raven comenzó a funcionar y actuó para que Luna se quedara.

—¿Segura? — notó algo de inseguridad.

—Por supuesto... además te soy honesta, estaba esperando a mi mejor amiga, pero no creo que venga. —

—Está bien... ¿quieres que te traiga algún postre? — ofreció. —No quiero comer sola. —

—Por supuesto, me gustaría un flan napolitano. —

—Entonces regresó...—

Ambas estaban sentadas disfrutando de su bebida y un pequeño postre, platicaban animadamente de diversos temas.