Capítulo 8

176 16 3
                                    

El castaño se levantó temprano para ir directo a la cafetería donde se encontraba trabajando su amiga Jane, ya había estado allí hace un par de días, pero necesitaba ese pequeño empujón para concretar sus planes. Sabía que una vez empezado, debía llegar hasta el final.

-¿Estás segura que le gustará Jane?- preguntó Louis a su amiga.

-Tontín, claro que le gustará ¿y sabes por qué? porque eres tú quien se lo pide- le sonrió intentando darle ánimos -vamos lou, ya hablamos de esto, no comiences a dudar ahora.

-Es que...

-Es que nada, solo vete a casa a organizar todo, me llamas si necesitas ayuda.

-Siento que es muy simple.

-Lou, tú eres todo menos simple. Solo vete- repitió nuevamente.

Las palabras de ánimo de su amiga le dieron valor al castaño y se fue directo a su casa a preparar todo lo necesario para el gran día, no había tiempo que perder, tenía que poner de su parte si quería que las cosas fueran un éxito y para eso necesitaba muchísima seguridad, el paso que iba a dar podía definirlo todo de ahora en mas.

Llegado el Lunes, Harry se levantó como cada mañana para ir a trabajar a la panadería del centro, se acomodó sus rizos en un tierno beanie, se puso un abrigo gris a juego con su gorro y se fue directo al trabajo. El día estaba frío y había nevado toda la noche, por lo que las calles estaban cubiertas de nieve y la ciudad estaba pintada de un invernal color blanco. 

Al llegar, pasó por fuera de la sección de pastelería donde Louis lo recibió con un tierno saludo y fue a cambiarse de ropa para atender su sección. El día pasó lento para el rizado y muy rápido para el castaño, tenía que armarse de valor para hacer lo que tenía planeado.

Al finalizar la jornada laboral, Harry se acercó al mesón donde se encontraba trabajando Louis, lo admiró bastante rato, no entendía qué había hecho para merecerlo en su vida, pero estaba seguro que fuera lo que fuera, lo volvería a hacer mil veces con tal de tener al ojiazul en su vida.

Se encontraba enajenado en sus pensamientos hasta que movió suavemente su cabeza y se atrevió a hablar.

-Hey, ¿te falta mucho?

-No mucho en realidad, solo tengo que ordenar y limpiar la sección- lo miró.

-¿Quieres irte conmigo hoy?

Lo pilló por sorpresa, el ojiazul quería hacer la pregunta, pero su compañero de trabajo se adelantó a los hechos. Harry le pidió que lo esperara mientras se arreglaba para irse, por lo que Louis comenzó a ordenar su sección y limpiar el desastre de los demás. Acomodó una pequeña caja que contenía un muffin de arándanos decorado con un osito de fondant, todo hecho por las manos del mayor. 

Cuando fue su turno para cambiarse, le pidió a Harry que lo esperara en la puerta del vestidor para así conversar y no sentirse solo. Tenía la coartada perfecta. Se desvistió lento, estaba realmente nervioso, era la primera vez que iba a cometer una locura como esta, ni con Ethan había hecho algo así y esperaba que todo saliera bien. 

Se vistió poco a poco, deseando que a Harry le gustara su sorpresa y aceptara la propuesta que estaba por hacerle. Al terminar, salió del baño mitad vestidor y tomó inesperadamente la mano de su acompañante, lo guio hasta su sección de trabajo y le pidió amablemente que se sentara en un pequeño banquito que le tenía preparado.

El mayor buscó la guitarra que tenía escondida entre los moldes y suspiró. Pasó todo el fin de semana intentando aprender a tocar una canción para Harry, no la tocaba a la perfección, pero cruzaba los dedos internamente para que el rizado no lo notara y no se burlara de él.

Recuérdame, por favor [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora