Ya era tarde y habíamos terminado de grabar en algunas locaciones cercanas, todo el equipo de producción, grabación y actuación estábamos agotados; a pesar del frío, estaba sudando por completo. Fue un alivio cuando el director dijo que ya habíamos concluido la última toma de aquel día. Eran alrededor de las 7pm, pero debido al clima, parecía muchísimo más tarde. Todos fuimos a cenar a un local cercano y terminamos yéndonos al hotel como a las 9pm.
No era de sorprenderse, compartía habitación con Max, ya ni siquiera nos preguntaban, pero usualmente había dos camas matrimoniales en una sola habitación, nosotros sólo usábamos una, y cuando la situación lo requería o el hotel sólo tenía camas individuales, juntábamos las bases para hacer una sola cama.
Esa noche, me fui a la ducha primero, me sentía agotado y pegajoso por el sudor seco en mi cuerpo, así que sólo quería limpiarme y despejarme un poco en la ducha. Max se había quedado subiendo historias a su Instagram y revisando el guion. Cuando salí, él estaba sin ropa, con una toalla amarrada a la cintura, creía ya haberme acostumbrado a aquella vista, pero en determinadas situaciones seguía haciéndome sentir nervioso.
—¿Listo?— volvió su mirada hacia mí, levantando las cejas y dejando su teléfono móvil en la cama. Yo estaba secándome el cabello, ya llevaba puesto mi pantalón de pijama. Asentí a su pregunta y él caminó hasta mi lado, se detuvo por unos segundos y colocó sus labios en uno de mis hombros, acción que me hizo sonreír, era tan tierno cuando se lo proponía.—Eres tan lindo —el comentario me hizo matizar un poco más mi propia sonrisa. Me giré, quedando frente a él, para poder darle un buen beso en los labios. Dejé caer la toalla con la que me secaba el cabello y rodeé el cuello de Max con mis brazos, atrayéndolo más para seguir besándolo. Él correspondió rodeando mi cintura y apretándome contra él. De repente, mis mejillas habían comenzado a arder. Me fascinaba sentir las manos de Max sobre mi piel desnuda, y su torso contra el mío, y poder sentir su aroma entre la brecha que ocasionalmente dejábamos entre nuestro beso. Comencé a dirigir mis besos a su cuello y a, suave te, jalonearlo conmigo hasta la cama. Finalmente allí, me senté, sin soltar mis brazos que aprisionaban a Max haciendo que esté se agachara. Soltó una risita al verse sucumbir ante mí y suspiró mientras me veía de cerca.
—Pensé que estabas cansado...
—Lo estoy.
—¿Mucho?
—¿Tú estás cansado?
—Para nada —esta respuesta la tomé como una invitación completamente descarada a hacer lo que quisiera, por lo que volví a jalarlo un poco y me eché hacia atrás, juntando nuevamente mis labios con los suyos. Él se detuvo. Puso un codo en la cama y con la mano jugueteó un poco con mi cabello, mirándome de nuevo a los ojos, —¿llegará el día en el que puedas resistirte a mí? Estoy preocupado.
No pude evitar reírme un poco. —¿Qué? Hahaha, ¿estás siendo egocéntrico o de verdad te preocupa?— Max desvío la mirada y entrecerró los ojos para mostrar un semblante pensativo. —Ambas— respondió.
—¿Te preocupa que puedas dejar de gustarme?—tamto tiempo habíamos pasado juntos, que adivinar lo que él estaba pensando se había vuelto fácil y había mejorado nuestra comunicación. No me contestó, pero sabía la respuesta, así que seguí hablando yo:—Fui el primero en enamorarse, así que no creo que suceda —llevé una de mis manos al rostro de Max para acariciarlo.
—¿"Crees"? ¿No estás seguro?— suspiré. ¿Por qué se estaba preguntando eso ahora? Creía que todo iba bien, ¿de qué me había perdido?
—Estoy seguro...—dije y después volví a dejar un suave beso sobre sus labios. Correspondió, pero enseguida se puso de pie y se acomodó la toalla.
—Es mi turno de ducharme...
—¿Está todo bien? —probablemente no pude ocultar mi expresión de dolor en aquel momento, ¿me estaba rechazando sutilmente?
—Sí, sólo me quiero lavar primero.
—Está bien. Te espero...— respondí, para intuirle que quería seguir con algo más aquella noche, sonrió y se metió al baño.Intenté distraerme con la televisión del cuarto, pero no había nada entretenido, saqué mi móvil y era lo mismo, no podía evitar sentirme soñoliento después del baño. Asumí que si seguía intentando ver algo en una pantalla, forzándome, acabaría rindiéndome, entonces me di varias palmaditas en el rostro para despejarme, fui por un vaso de agua y creía que con eso podía aguantar el suelo, por lo menos hasta que Max saliera. Pero me equivoqué, no supe en qué momento cerré los ojos y terminé profundamente dormido.
Desperté de golpe al oír pájaros cerca, ya había luz de día. Estaba bien cobijado entre las sábanas, y Max estaba recostado a mi lado, dándome la espalda. Hice una mueca, cómo pude haberme quedado dormido después de haber tenido una conversación tan inusual. Sobretodo , cómo pude haber desaprovechado una oportunidad así.
Volví a recostarme y cubrí mis ojos para dormir un poco más.Cuando sonó la alarma, me levanté de inmediato, Max ya estaba de pie, lo que era extraño, siempre me tocaba levantarlo con mucho esfuerzo.
—Qué sorpresa.
No respondió. Tal vez porque no me había oído.
Fui al baño, me lavé los dientes y el rostro, y salí, pero a Max ya no estaba en la habitación, ni él ni sus cosas que yo normalmente le preparaba. Su guion no estaba, su móvil no estaba, y sus demás cosas para la grabación tampoco. Fue entonces cuando sentí un vuelco en el corazón.
Tenía que apresurarme, me vestí, me peine lo mejor que pude, y salí a recepción. La gente haría preguntas, bombardearían a Max antes que yo, y no quería que pasara eso. Pero fallé.
«¿Por qué no llegaron juntos? ¿Se pelearon?» alcancé a escuchar a alguien decir. Apreté los labios y me incorporé al grupo, también quería escuchar la respuesta de Max. Pero él únicamente se rió e ignoró las acusaciones.
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La costumbre de tus labios. { MaxTul }
Fanfic"En este punto parecía que nuestros labios se conocían mejor que nuestros ojos". Actuación o no, Max y Tul se habían besado más veces de las que podían contar. Tul nos narra qué está pasando entre ellos y cómo, poco a poco, besarse se había convert...