-¿Vamos?- Perú miro con miedo la mano extendida de Argentina, el cual lo invitaba a tomarla. Suspiro, aceptando la invitación.
Poso su mano enguantada en la ajena, recibiendo una sonrisa de Argentina y unas cuantas palabras de aliento de parte de Bolivia. Otra vez, suprimió el pánico que sentía, estaba convencido que hoy lograría vencer ese creciente miedo, o por lo menor, tratar de mermarlo.
Acompañado de esos dos individuos, y demás curiosos que veían atentos la escena; pudo, por fin, dar unos cuantos pasos fuera de su habitación. Agarrado de los manos con Argentina, paseo por toda la casa, pero no pudo resistir al estar en el comedor, los recuerdos de esa noche aun lo aquejaban.
Ambos de sus hermanos lo notaron, cambiaron rápidamente de habitación, entraron al despacho de su padre quien los miraba sorprendido. Sonrió por la cara de estupefacto de su padre, lo había logrado.
-¡Lo lograste!- España rápidamente boto los papeles en sus manos, importándole poco pisarlos para ir al encuentro de su hijo, pero se detuvo antes de si quiera poder abrazarlo, permaneció a una distancia segura, mirando orgullosamente a Perú.
-Lo hare- se animo Perú mentalmente, realmente lo iba a hacer, con temblorosos pasos corto la distancia con su padre y simplemente se dejo caer sobre él, intentando abrazarlo. Aunque aun estaba un poco asustado, su padre quedo estático, pero no paso mucho para que lentamente, rodeara con sus brazos la pequeña anatomía de latino, poco a poco, intentando no forzarlo con esta acción y preparándose para un posible signo de aversión ante esto, no paso nada.
Perú tubo un pequeño momento de tranquilidad entre los brazos de su padre, mirando en paz por el gran ventanal un hermoso ocaso. Pero tanta tranquilidad para él era un sentimiento totalmente efímero, ante el creciente miedo en su interior, se separo de él.
España lo entendió y regreso a su escritorio, antes de que los tres chiquillos desaparecieran por la muerta dijo claramente.
-Estoy orgulloso de cada uno de ustedes, los amo por más especiales y traviesos que sean-
...
-¿Perú?- España llamo por el pequeño niño y a cambio recibió unos sollozos ahogados -¿Que haces ahí?- pregunto, mirando al niño escondido debajo de su escritorio, no era un gran escondite, podía sacarlo de allí abajo fácilmente pero no lo haría, no por la manera en como el niño lloraba.
-¿Soy raro?- pregunto el niño, una vez más calmado, España se atraganto con su propia saliva.
-No lo eres pequeño- Perú aumento sus sollozos con esa afirmación suya.
-¡Mientes!- dirigió sus pequeñas manitos a sus ojitos, intentando limpiar las lagrimas que no paraban de brotar de sus ya hinchados ojos -¡Nadie es tan raro para tenerle miedo a la suciedad!-
-No es cierto, tener miedo es algo normal- Perú se sorprendió ante su declaración, totalmente diferente a la de otras personas -Todos le tienen miedo a algo- España noto que el chiquillo aun no creía del todo en sus palabras.
-Pero el señor Imperio no le teme a nada- el país mayor suspiro, recordando a su padre. Miro a los costados por si alguien escuchaba lo que diría.
-Claro que si, él tiene miedo de muchas cosas- pero Perú no se contentaba con esa respuesta.
-¿A que?- con curiosidad infantil pregunto, dejando atrás su tristeza ¿Realmente Imperio Español sentiría miedo de algo? ¿Qué seria eso?
-Tenia miedo a ser tocado- Perú lo miro confundido -Tenia pavor a ser tocado por los demás, al igual que tu, tenia miedo a ser contaminado- el niño, poco a poco salió de su escondite, mostrando su carita enrojecida por el llanto. España cargo al niño entre sus brazos, contando más acerca de esa hafefobia que su padre padecía.
-Entonces ¿Yo también puedo ser amado como lo es el señor Imperio?- España asintió, tranquilizando el corazón del niño.
-Obviamente, estoy seguro que tú eres muy especial y serás amado, más de lo que ya eres- Perú sonrió, un poco cansado por tanto llorar, quedo dormido entre los cálidos y seguros brazos de quien consideraba su padre, mirando un atardecer.
Antes de ser arrastrado a ese mundo de los sueños, logro escuchar unas palabras de su padre.
-Te amo mucho, a ti y a tus hermanos, no me importa que tan especial seas-
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Nota:
La Hafefobia es una fobia específicamente basada en el miedo a tocar o ser tocado por otras personas, puede considerarse una expresión del temor a ser contaminado o ser invadido. Genera un gran sufrimiento en la persona que lo padece y tiene un gran impacto negativo en las relaciones sociales.
Aclaración:
La edad de Perú actualmente es de 10 años, en el recuerdo tiene aproximadamente 4 años.
La edad de sus hermanos varia, por ahora, de 7 años a 12 años.
En el siguiente capitulo, Perú ya estará grandecito :'3

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M I S O F O B I A [Todos x Perú ]
FanfictionPara ellos, Perú era un country totalmente extraño y misterioso. No salía con nadie o conversaba con alguien que no fuera Bolivia o sus demás hermanos, siempre rechazaba las salidas grupales. Y se cuidaba de todo ¡Nadie sabia como lucia el peruano...