Especial Minsung

974 117 5
                                    

pov Minho

Era un alfa tan común, nadie me hablaba, no tenía amigos, todos decían que era raro, pero él, se acerco sin importarle los comentarios de los demás. Al principio creí que solo lo hacía para molestarme, pero por más que yo trataba de alejarlo, siempre regresaba con pequeños detalles, como alguna frase, galletas o comida cuando no tenía nada para comer. Nos volvimos amigos, compartíamos los recreos, salíamos a veces, siempre estaba en mi casa, jugando videojuegos, preparándome postres, haciéndome feliz. poco tiempo después me di cuenta que me gustaba, que quería tener más que una amistad con el, nunca se dio cuanta, era demasiado distraído. lo cite en un parque, fuimos a comer helado, fuimos al parque de diversiones, me obligó a subirme a una montaña rusa, terminé vomitando, tuvimos que regresar a casa, me armé de valor y le dije todo lo que sentía, que lo amaba demasiado, pero no como un amigo. Me rechazó, de verdad creía que era mutuo, pero me equivoqué, otra vez. 

hasta que llegó el, nos conocimos en un supermercado, agarramos la última barrita de chocolate al mismo tiempo y me dijo que se la diera porque el había llegado primero, tomé la barrita y salí corriendo de la tienda, el empezó a seguirme, olvidamos el pequeño detalle de que habíamos olvidado pagar, la policía nos detuvo y nos llevaron otra vez al super para pagar la barrita. Decidí partir la barrita a la mitad y nos sentamos a comer, empezamos a hablar y congeniamos muy bien. Teníamos demasiadas cosas en común, dicen que cuando conoces a tu predestinado lo sientes, yo no sentía nada y pensé que tan solo íbamos a ser amigos. Vivía a unas cuadras de mi casa, algo raro pues nunca lo había visto por aquí . la historia fue casi igual, nos volvimos amigos, íbamos juntos a la escuela, pasábamos los recreos en la biblioteca leyendo, el era tan cariñoso y yo tan distante, más nunca se separo de mi, cuando decidí preguntarle me dijo que mi carácter le parecía interesante, y que cada día veía algo nuevo en mi, como que cuando olía el olor de alguna omega pero era demasiado dulce arrugaba la nariz y empezaba a estornudar, o que fruncía el ceño mientras leía y cada gesto que hacía para cada ocasión. El era tan alegre, tan lindo, era como un niño dentro del cuerpo de un chico de 19 años.

un día llego con un semblante triste, ojos rojos y no dejaba que nadie lo tocara, me acerqué a preguntarle que le pasaba, no respondió tan solo siguió avanzando, lo agarré del brazo y el se quejó, lo llevé rápidamente al baño subí sus mangas habían demasiados moretones, subí un poco su hoodie, habían aún más, mis ojos empezaron a picar, el no me miraba tan solo miraba al piso. Le pregunté porque no me había dicho nada, solo empezó a llorar, lo abracé y esperé a que se calmara, me empezó a contar que en su casa lo golpeaban por no ser como su hermano mayor, por no ser el primer puesto, por no tener un alfa a su lado, por no obtener los logros que obtuvo su hermano mayor. Le dije que venga a vivir conmigo, que escapara, que ya no sufra por algo que no es su culpa. y así fue, vivimos juntos como amigos durante mucho tiempo, nunca me di cuenta, hasta esa tarde en la que estábamos viendo películas, estaba recostado en mi pecho mientras que lo abrazaba por la cintura, me di cuenta de cuanto lo quería, de lo bonito que era, que mi vida no sería la misma si el no está a mi lado, fue cuando escuché su linda voz pronunciando las palabras que tanto ansiaba escuchar, "Minho, creo que me gustas". lo miré y le dije, "creo que también me gustas, pequeña ardilla". Nos besamos, sentí como mi lobo se removía por al fin aceptar mis sentimientos, ahí entendí que era el y nadie más, el era mi predestinado. Llevamos casi un año saliendo, y puedo afirmar que han sido los mejores meses de mi vida, el es tan atento, su personalidad burbujeante solo hace que cada día lo quiera más. 

Jisung es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida y nadie me hará cambiar de opinión.

Predestinados  «Hyunin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora