Recordando El Pasado

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Luz estaba sentada en una banca en el parque, miraba al horizonte, en la dirección en la que se hallaba el castillo del Emperador Belos, que ahora estaba completamente vacío.

La latina aún no podía creer cuantos meses habían pasado desde que había derrotado al emperador usando un poderoso hechizo que había descubierto en la cabeza del titán; eliminó literalmente a Belos de la existencia, lo único que había quedado de él, era su cetro mágico, el cuál quedó clavado en el centro del salón del trono, las últimas palabras de su rival se habían grabado en su mente: "¡Luz, no entiendes nada, si tan solo me dejaras explicar... Niña, NIÑA...!". Palabras que pasaban una y otra vez por su mente, Luz había visto muchos animes y series para saber que un villano no diría eso cuando está a punto de ser derrotado, y su cerebro analizaba cada una de las palabras cada día, cada noche, solo logrando deshacerse de esos pensamientos cuando se decía a si misma que la realidad era muy diferente de la ficción, tal vez tenía razón, aunque su madre, Camila, no la ayudaba mucho con esos pensamientos, es más, los hacía más confusos

Un día antes de la llamada Batalla del Castillo, el emperador Belos había secuestrado a Camila, esto, junto a todo lo que ya había hecho Belos en el pasado, fueron el detonante de que se alzara la rebelión en contra de Belos, liderada por Luz que había logrado levantar al pueblo en armas.

Mientras sus aliados combatían a los guardias, Luz se dirigió directamente a enfrentar a Belos, encontrándolo frente a su madre en el salón del trono, donde comenzó su lucha, mientras su madre extrañamente le pedía que se detuviera y escuchara, claro que ella estaba muy ocupada salvándola como para prestarle atención, justo después de grabarse las palabras de Belos, escuchó a su madre gritarle algo, que hasta la fecha se había negado a explicarle: "¡Mija, si tan solo escucharas! ¡Luz, no, no, detente!", un grito profundo, que combinaba angustia y miedo.

Tras un par de días, su madre se comportaba de un modo más a como era ella, no la obligó a volver al mundo humano, estuvo de acuerdo en que se quedará en el reino de los demonios tras ver todos los amigos y familia que había hecho ahí, su hija finalmente había encontrado un lugar donde se sentía incluida, incluso ella se había mudado a las islas, regresando también Vee, que sin la presencia de Belos era seguro para ella regresar, viviendo junto a toda la familia búho en la casa búho.

Aunque hablar de Belos todavía era un tema delicado para Camila, cada que escuchaba la mención del nombre una preocupación la recorría completamente, para después despreocuparse, eso al menos los últimos meses, las primeras semanas se preocupaba mucho, pareciendo incluso que le daría un ataque de ansiedad.

«¿Por qué mi madre se comportara así cada que es mencionado Belos?», se preguntaba Luz sin tener respuesta, ya que cada vez que tocaba el tema, Camila solo se retiraba sin decir nada.

Luz suspiró con pesar, desde que el emperador Belos había muerto, las islas parecían estar más tranquilas, y habían prosperado mucho, ¿Por qué eso no le traía felicidad y solo le provocaba dolor?

—Hola Luz —saludó una chica pelimorada, abrazando a la latina por la espalda.

—Jaja, mi diosa de algodón de azúcar —regresó el saludo a la única otra cosa que la hacía olvidarse de sus pensamientos sobre el emperador, su hermosa novia.

—¿En qué pensabas linda? —preguntó coquetamente, saltando la banca y sentándose junto a Luz.

—En nada —mintió Luz —, solo, observaba el paisaje.

—Pensabas nuevamente en tu enfrentamiento con el emperador, ¿No es así? —preguntar la chica Blight, Luz solamente giró la vista con una mueca triste —. Luz, ya han pasado varios meses desde ese suceso, ¿Tanto pesar te provoca esa batalla? —volvió a preguntar, ahora con un poco de preocupación.

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