Emily lo tiene todo: un trabajo de ensueño como chef en Londres y una relación con el hombre de sus sueños, un destacado jugador de fútbol.
Cuando una oferta importante y unos boletos la llevan a Múnich para reunirse con su novio después de mucho ti...
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—¿Emi? ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó mi novio mirándome fijamente y luego dirigiendo su mirada hacia su compañero de equipo que está sentado frente a mí.
No tengo idea de cuánto tiempo pasé aquí en la cocina hablando con Lucas, sólo sé que me lo pasé mejor en estos minutos hablando con él, que en toda la fiesta que se suponía que era «en mi honor».
Es más, no entiendo la pregunta de Leon, si él desapareció hace rato, lo busqué por todas partes y no pude encontrarlo. Esas mujeres vinieron y me trataron horrible, si no hubiera sido por Lucas, yo hubiera terminado llorando en mi habitación.
—¿Leon, dónde estuviste? Yo estaba conversando con Lucas. —respondí.
—Sí, te veo muy cómoda aquí, allá afuera hay una fiesta, pero ustedes prefieren estar aquí. —habló visiblemente incómodo.
—Yo los dejaré solos. Emi-ly, gracias por todo. —Lucas se fue dejándonos solos en la cocina, aunque su expresión era de confusión.
—¿Qué sucede, Leon?
—¿Qué sucede? Emily, preparé esta fiesta sólo para ti y tú no puedes valorar nada.
—¿Es en serio? estuve buscándote por todas partes por casi una hora, traté de pasármelo bien y de hecho lo logré por un rato, pero luego vinieron esas mujeres y lo arruinaron todo. Si no hubiera sido por Lucas, esta noche hubiera sido un verdadero desastre.
—¿Cuáles mujeres?
—¿Dónde estabas, Leon?
—Estaba... jugando al FIFA. —respondió con timidez y algo más que no logré descifrar —¿de qué mujeres hablas? —preguntó.
—Eso ya no es importante, lo olvidé. —respondí tratando de pasar de él para volver a «mi fiesta» sin embargo no me dejó, bloqueó la salida y me acercó a su cuerpo.
—Leon ¿Qué está pasando? Llevo casi una semana aquí y ya hemos discutido más veces de las que puedo recordar. —hablé con tristeza, él tomó mi rostro y puso su frente junto a la mía, cerró los ojos y se quedó así por unos segundos.
—Emi, yo te amo. Tú eres todo para mí, por favor perdóname, no debí, yo nunca debí. —habló con desesperación sin soltarme y sin mirarme, sus ojos permanecen cerrados, yo no entiendo nada.
—¿Leon, qué estás diciendo? no te entiendo —pregunté confundida, todo esto es muy extraño.
Primero desaparece en medio de la fiesta y ahora actúa de esta manera tan extraña, parece como si este Leon fuera una persona totalmente diferente al chico dulce del que yo me enamoré.
—Uhm Emi, yo —no pudo terminar de hablar porque alguien lo interrumpió.
—¡Leon! ¿No vas a presentarme a tu novia? Hola soy Nicole, la amiga de Jessica. De hecho, Leon y yo nos conocimos hace algún tiempo, él no deja de hablar de ti. —la mujer habló tan rápido que me fue muy difícil entender lo que decía.
