Emily lo tiene todo: un trabajo de ensueño como chef en Londres y una relación con el hombre de sus sueños, un destacado jugador de fútbol.
Cuando una oferta importante y unos boletos la llevan a Múnich para reunirse con su novio después de mucho ti...
"...formas de amar, mil maneras de actuar... Una buena ocasión para conversar..."
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Amor, mis padres quieren que vayamos a cenar mañana. —susurró la mujer que está acostada a mi lado.
Sinceramente esta relación es muy incómoda, ella quiere algo que yo no puedo darle. Está enamorada y quiere un compromiso, pero yo no la amo, he tratado de hacerlo y simplemente no puedo, creo que es verdad eso que dicen que en los sentimientos no se manda.
—Jessica, te he dicho muchas veces que no estoy listo para ese tipo de relación. —respondí levantándome de la cama y poniéndome mi bóxer.
—¿Y para qué «tipo de relación» estás listo, Lucas? ¿Para follar conmigo sin ningún compromiso como si yo fuera tu puta? —preguntó muy fastidiada sentándose en la cama y cubriendo su desnudez con la sábana blanca.
—Jessica, yo jamás te dije que seríamos novios y que nos casaríamos. Siempre fui sincero contigo, no soy alguien a quien le guste tener compromisos. Lo siento mucho, ahora debo entrar a la ducha porque tengo que ir a entrenar. —afirmé caminando hacia el baño de mi habitación.
—¡Lucas! Mi amor, por favor yo te amo y estoy segura de que si tú me das una oportunidad, nosotros podemos ser felices. No tenemos que ir a cenar con mis padres si tú no quieres, por favor, cariño. —declaró poniendo sus brazos alrededor de mi cuello, empezó a besarme y poner sus manos en lugares que me hacen muy difícil rechazarla.
No sé en qué momento se levantó de la cama, está parada desnuda frente a mí y bueno, no me culpen, yo soy hombre y ella es una mujer hermosa, nos besamos y tuvimos sexo otra vez, luego me di una ducha y me fui a entrenar.
Sé que debería haber terminado de una vez por todas con Jessica, pero para ser sincero, ella me gusta, es una mujer hermosa y es una buena persona, aunque hay cosas de ella que no me gustan, como lo que pasó ayer por ejemplo.
—¿Qué pasa contigo? ¿Por qué fuiste tan malcriada? —pregunté a Jessica mientras caminamos juntos hacia mi auto.
—¿De qué hablas, cariño? —preguntó extrañada mientras acomoda su cabello.
—Me refiero a la forma en la que te comportastehace un rato, fuiste muy grosera con Emi-ly. —reclamé con fastidio.
—¿Con Emily? Oh cariño, esa chica es tan insignificante que la verdad aún me estoy preguntando cómo es que Leon la escogió para ser su novia. —espetó de una manera demasiado despectiva.
—¿Desde cuándo eres tan odiosa? —pregunté abriéndole la puerta del auto.
—¿Lucas, qué sucede? ¿Conoces a esa chica hace dos minutos y ya la estás defendiendo? ¿Vas a pelear conmigo por ella? —preguntó subiéndose a mi auto deportivo, yo cerré la puerta y caminé al otro lado para subirme.