Emily lo tiene todo: un trabajo de ensueño como chef en Londres y una relación con el hombre de sus sueños, un destacado jugador de fútbol.
Cuando una oferta importante y unos boletos la llevan a Múnich para reunirse con su novio después de mucho ti...
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Alguna vez escuché que no se puede escapar del destino, también oí que cada una de las decisiones que tomamos en nuestra vida, nos llevan hacia el lugar y hacia la persona «destinada» para nosotros.
Bueno, yo pensaba que esas eran sólo palabras, hasta que me di cuenta de que realmente —al menos en mi caso— cada una de mis decisiones me atrajeron hacia él... El único problema es que me tardé mucho en notarlo y también me equivoqué muchas veces antes de encontrarlo.
DOS AÑOS ATRÁS
Mi nombre es Emily Roberts. Soy chef de pastelería y solía trabajar en uno de los mejores hoteles de Londres. Estuve mucho tiempo esperando la oportunidad hasta que lo conseguí. Trabajé en la cocina como ayudante del chef principal por casi dos años hasta el día de hoy, pues con mucha tristeza tuve que renunciar.
El motivo principal de mi renuncia es que hace un poco más de un año conocí a un hombre maravilloso. Me enamoré de él perdidamente y vivimos una relación hermosa hasta que tuvo que mudarse por trabajo a Alemania. Yo no pude detenerlo pues se trataba de cumplir uno de sus sueños.
Leon Becker es futbolista.
Cuando recibió la llamada de su representante contándole sobre la oferta del Bayern Múnich, era imposible no sentirme emocionada.
Cuando se fue, prometimos no dejarnos así que mantuvimos una relación a distancia. Hablábamos todos los días y noches por meses, pero era muy difícil. Yo lo extrañaba muchísimo y él también a mí.
Así que hace un mes vino a verme y me llevó a cenar a un hermoso restaurante.
Él se veía guapísimo con un traje azul y yo me sentía en las nubes, pero absolutamente nada me preparó para el momento en que se arrodilló delante de mi y pidió mi mano. Yo acepté inmediatamente porque estaba perdidamente enamorada de él.
Como ya se habrán dado cuenta, la razón de mi renuncia a mi trabajo soñado es que me mudaré a Alemania, específicamente a Múnich para vivir con mi prometido. Él no quiere pasar más tiempo separado de mí y yo tampoco así que ahora estoy terminando de empacar mis últimas cosas.
Tuve que entregar mi departamento y vender muchas de mis cosas en un mes.
—¿Emily, estás segura de que no te llevarás esto? —preguntó Olivia, mi mejor amiga y excompañera de trabajo, también es chef y ahora que yo renuncié espero que sea promovida a chef asistente.
Nosotras nos conocimos en la secundaria cuando ella se mudó a Londres junto a sus padres, desde Argentina, pero por el trabajo de su papá cambiaban de país hasta que decidieron quedarse a vivir permanentemente en Londres.
Nuestra relación es muy cercana y ahora que me voy a Alemania tengo mucha tristeza por dejar a mis padres y también a Olivia que es la hermana que no tuve.
