- C O L O R E S - Midoriya Izuku (Deku) x Tu

.-. Blanco .-.

"No lo sé mamá, aun no pensamos en tener hijos y no creo que los quiera tener por el momento."

- ¡Mierda! – Se dijo la chica

Había pasado un año de un hermoso matrimonio y el día después de esa tediosa conversación entre su marido y su suegra ¡BUM! Le entregan sus estudios anuales de sangre donde le dan la maravillosa noticia de estar esperando a un pequeño ser producto del amor de dos chicos.

Veía y veía esa bendita prueba de sangre que confirmaba una y otra vez lo jodida que estaba. ¿Cómo le iba a decir a su marido que estaba embarazada?

- Solo lo tienes que agarrar y decirle "Mira inútil..."

- No le voy a decir inútil a mi marido, Katsuki

- ¡Pero le tienes que decir, mierda!

- ¡Ya lo sé! – La chica miro enfadada a su amigo - ¿Sabes? Ni siquiera se para que te llame. Siempre logras sacarme más de quicio.

- Porque soy el único que guarda tus secretos desde que somos niños – Dijo con frialdad. – Me tengo que ir, mis hijos deben estar con la inútil de su abuela y se van a volver mañosos – Reprendió con la mirada a Katsuki por referirse así a su madre. Antes de que cruce por la puerta este la abrazo – Solo deja que las cosas fluyan y veras como todo se acomoda solo, pequeña tonta.

- Gracias, Kacchan – Se miraron con ternura y antes de que se vaya vieron como llegaba el de rizos

- Buenos días, Kacchan. – Saludo a su amigo ceniza

- Me voy, Deku. – Y se marchó.

- Sigue igual que siempre. – Dijo mientras se sacaba sus zapatillas - ¿Para qué lo llamaste?

- Oh... Es que... Necesitaba ayuda con algo del negocio. – La chica se dio media vuelta a prepararle algo a su marido para merendar.

- ¿Otra vez vuelves a dejarme notas? – Ella solo sonrió – Antes por lo menos eran de colores ahora es solo una hoja blanca. – Apenas cayo en lo que dijo se dio cuenta que Izuku estaba hablando de sus análisis de sangre.

- Izuku esos son mis... - Cuando llego al lado de su esposo era tarde, ya estaba leyendo todo con el ceño fruncido.

- ¿Hoy te dieron los estudios? – Dijo sin levantar los ojos de la hoja.

- Sí. – Ya está, el daño estaba hecho.

- ¿Por eso llamaste a Bakugo?

- Si – La de pelo lacio estaba esperando una reacción de enfado pero cuando el más alto levanto la cabeza su confusión fue grande. – Izuku... ¿Por qué lloras? – Dijo acercándose a su marido

- ¿Por qué lloro? ___(TN)... Vamos a tener un hijo o hija. ¿Cómo quieres que no llore? – Dijo abrazándola

- Entonces... ¿Estas feliz?

- Muy feliz, voy a ser padre y contigo – Ella sentía una calidez extrema en el pecho

- Pero ayer con tu madre...

- Oh, no quería profundizar mucho en el tema pero la verdad era que no sabía cómo abordarlo contigo a solas. – Dijo ruborizándose, seguía siendo ese niño de 13 años que aun amaba tanto.

Luego de eso ambos muchachos llamaron a sus respectivas familias y amigos para contar la gran noticia. En menos de lo que canta un gallo estaban todos celebrando muy felices y alegres la venida del nuevo Midoriya.

Y así fueron una familia feliz. Pequeña, pero muy feliz.

.-.FIN.-.