Crueldad Infantil

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Unos Años Mas Tarde

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El frio de la mañana... intenso, y duradero, no hizo más que acto de presencia a lo largo de todo el lugar... mejor conocido como el valle de la paz... desde la primera, hasta la última casa, las puertas eran abiertas, y los padres de familia, se disponían a trabajar, a esforzarse... para poder llevar la cena a casa, justo como dictaba la naturaleza... y la rutina cotidiana... hubiesen puestos de todo... ropa... joyería... calzado... o comida... sin embargo... este sitio, debería esperar un poco... no muy lejos del valle, y el poblado... entre los bosques de bambú... algo estaba ocurriendo... algo muy severo... aun para ser de mañana, el ajetreo no estaba de lado... pues podía distinguirse lo que parecía ser una mancha de blanco y negro, que estaba... huyendo... ¿De algo?... ¿O alguien?... no se podía decir fácilmente, al menos no por la forma en la que este estaba corriendo, subiendo árboles, yendo entre las ramas, o incluso moviéndose ágilmente bajo troncos derribados, pero sin duda alguna, con una muy buena velocidad y habilidad para evitar obstáculos... al poder distinguirse mejor aquella figura, podría notarse el cuerpo de lo que era un bastante joven oso panda... este... vestido de una forma peculiar, su torso estaba cubierto por un chaleco emplumado de los hombros, sin mangas, color azul marino, bajo dicho chaleco una especie de camiseta blanca sin mangas por igual, un tanto vieja por su aspecto, en su cintura, había una cinta de tela roja y dorada, con runas antiguas que sostenían tanto su chaleco, como su pantalón, holgado y negro, pero bastante flexible, en su espalda traía cargando una carcaj, vacía, sin flecha alguna y más bien, no traía arco ni mucho menos alguna especie de arma a excepción de un pequeño cuchillo sujetado a su muslo derecho en el pantalón, con la vista pegada al frente, el panda que aparentemente rondaba por los 12 años de edad, levanto sus orejas, pues el crujir de unas hojas detrás de, el, lo distrajeron un tanto bastante, y aunque no tuvo oportunidad a ver por encima de su hombro... sabía que tenía que acelerar su paso

A su ubicación, una segunda figura estaba haciendo acto de presencia, de un blanco nieve bastante intenso y brillante... y vaya que esta tenía la misma convicción al correr que el joven panda, su distracción de este para intentar ver al intruso, fue muy corta, pues de frente se encontró con un muro de algunos cuantos metros, el cual al ser un obstáculo importante, tomo su cuchillo en manos, subiéndose de brinco en brinco entre los troncos de los árboles, hasta quedar a una buena altura, y sin más, se arrojó hacia el muro, en el cual, no solo se sujetó con la mano, sino también con el cuchillo, esto freno la caída que había empezado, pero no por mucho tiempo, pues aunque intentaba escalar, el terreno no daba de si para esto y por más que lo intento... no pudo mantenerse, y termino cediendo, soltando su cuchillo, y empezando una caída libre, en la cual se encontró con unas cuantas ramas que lo detuvieron... algunas, las otras se rompieron, y al final, este cayo de forma estruendosa contra el suelo, y su cuchillo, algo cercano a él, clavado en el suelo, el dolor en el costado del panda no se hizo esperar demasiado, aun cuando este intento levantarse con su brazo aun bueno, fue que un par de pisadas se posaron frente a, el... para cuando levanto la mirada... la severa... fría, y molesta mirada de un león blanco, le hicieron bajar las orejas de inmediato, así como entristecer su expresión facial

- "...Patético, chico" – Dijo el león, antes de acercarse al mismo panda, sujetándolo de su brazo bueno, y haciendo que se levantara rápidamente – "10 minutos... eso fue lo que me tomo alcanzarte... solo... 10, minutos"

Por el Fuego Vivimos, Por el Fuego MorimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora