Bell Cranel. La sombra sobre Orario [Cancelada]

Prólogo: El último de ellos.

Para que se hagan una idea de lo que leerán, Bell era muy pequeño pero recuerda con detalle a quienes mataron a sus padres delante suyo, y juró a la memoria de su familia que no permitirá que eso vuelva a suceder, pero al inició debe ocultarse ya que los asesinos aun están en Orario y no descansaran hasta encontrarlo y luego abrir las puertas de Orario para que sea arrasada por un nuevo imperio que ha nacido luego que Rakia cayera, un reino capaz de rivalizar contra Orario. En un principio puede sentirse lenta ya que Bell será un novato y de a poco se volverá super poderoso pero no en un mes va llevarse su tiempo. Si más que decir que comience.

Había algo oculto entre las sombras de la ciudad, algo a lo que todos temían sin importar quienes fueran, vestigios del pasado, residuos de una masacre que aun viven y que solo desean encontrar al responsable. Aquella sombra que cubría hasta el más remoto lugar de Orario, observaba desde las alturas, y sus brillantes ojos rojos parecían flamas en medio de la noche. Sangre, gritos, y suplicas que eran silenciadas era lo último que quedaba luego que pasara por cualquier lugar, miedo era lo que quedaba en aquellos que estuvieran cerca para escuchar como otro más se sumaba a la lista de victimas.

Hace mucho que eso habita en Orario, esa cosa que si vieras su verdadera cara, jamás pensarías que es él, un chico, más parecido a un pequeño conejo que a una bestia era aquello que atormentaba a los civiles y aventureros por igual. Bell Cranel, el ultimo hijo de la ahora exterminada familia Zeus, y el nuevo miembro de gremio de aventureros de la ciudad de Orario.

Todo aquello había sucedido hace 15 años, Bell era solo un niño de 5 años que pronto celebraría junto a su familia su cumpleaños número 6. Aquel niño era el más amado por su familia y la familia de quien consideraba su abuela, la diosa Hera. Todos en la ciudad sabían de la existencia del niño más amado por los más poderosos de la ciudad, y durante aquella fiesta este por fin seria presentado al publico.

Para Hera ese niño era su más grande tesoro, pero luego de la muerte de sus padres hace 2 años, ella temía que algo parecido le sucedía, ya que no fueron las bestias de la mazmorra las que los mataron, había sido alguien más, alguien que sabia de su linaje divino, del poder que ese niño en un futuro poseería, ya que al tener en su venas la sangre de quienes antes eran los reyes del cielo, aquel era un espécimen único, y Hera lo sabia.

Había planeado una emboscada en medio de la fiesta, sabia que usarían la sangre de Bell para otorgar la gracia de los dioses más poderosa. Cada una era diferente, cada una brindaba un poder único a los miembros de la familia del dios, si el mundo supiera sobre Bell, el mundo entero iría por él. No importaban las razones, todo lo que los dioses querían era el poder para estar por sobre los demás, ganar este que era un juego para ellos, y una guerra para sus hijos. Todo estaba siendo preparado como estaba planeado, pero alguien se adelanto a sus planes.

Una noche antes, el palacio del olimpo, la sede de las 2 familias más poderosas de mundo fue destruida. Miles de bestias salieron de la mazmorra, ignoraron a cada persona o criatura en la superficie, ya que su objetivo estaba fijado en ellos. Los hijos de Zeus y Hera fueron devorados por los monstruos o asesinados por los miembros de la familia de dios que lo había planeado todo, ellos lucharon y fue una masacre para ambas partes. La sangre que corría luego de la batalla formaba ríos que se extendía a varias calles, y la columna de humo provocada por la sede ardiendo, hacia ver pequeña a la torre de Babel.

Zeus y Hera desaparecieron y nadie tuvo noticias sobre ellos después de eso. Bell estaba solo en medio de esas llamas, alguien se acercaba a él y al verlo lloraron y tratando de esconderse solo comenzó a reír. Sacó un cuchillo de su cinturón y con él corta la palma de aquel pequeño, sus llantos fueron más fuertes, gritaba de dolor y suplicaba que lo dejara, pero él solo veía como aquel liquido brotaba de la piel de ese pequeño.