45. Mi cielo radiante

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Mi cielo radiante, 

mi mar bravío,

mi arroyo frío,

mi rosa parlante.

Así como hoy, en el estío,

tu corazón de roca alivianaste

para juntarlo al mío.

Aquella noche que desvelé 

el cariño que me ocultaste, 

y a veces disfrazaste 

en el desinterés.

Una época como esta, 

pero del anterior mes, 

te pregunté si me amabas

y me alegró tu respuesta,

y bramó en mi interior una orquesta,

cupido se entusiasmó

y la distancia bufó

realmente molesta.

Pero no me importó 

ni la distancia ni nada

yo me aventuré hacia ti, mi amada,

como nunca lo hice.

El viento me silbaba y me alentaba,

y el sentido común me gritaba

que aterrice. 

Pero decidí volar.

Imaginé tantas formas

en las que podía a ti llegar, 

me embarqué sin miedo a naufragar,

rompimos juntos las normas.

Fueron tantos los momentos

en que la alegría me acompañó.

Con el tiempo el mal se empañó.

Importaban más tus sentimientos.

Y así sin experiencia

me fui enardeciendo de querer,

de amor, de pasión por ti, mujer,

que olvidé mi propia existencia.

Mis virtudes

las enterré en ataúdes

por disfrutar tu permanencia. 

Reprimí a mi yo, a mi esencia.

Y así comenzó una lucha interna

entre mis sueños y los tuyos,

no podía abandonarte, siendo tan tierna,

no hacía más que amarte y darte mi arrullo.

Pero el tiempo pasó,

la perla que creí haber encontrado

resultó 

ser aquello que siempre había desdeñado.

Que no aguardaba el mismo destino,

que caminábamos por caminos

separados.

Aunque te amara sin fin,

yo soy un hombre ruin

y no puedo estar atado a ti.

Vivirás mejor sin mí,

que soy sólo un aprendiz en el amor,

lo siento, pero sólo dolor

te causo y ya no eres feliz.

.

Claro que extrañaré tu cariño,

como extraño mi infancia,

cuando era niño. 

Era feliz en mi ignorancia

corría por cualquier lado

persiguiendo mariposas, 

explorando enamorado

de los papos y las rosas.

.

Aprendí a quererte adonde fueras,

aprendí a defenderte como fiera.

Fuiste mi alegría, mi llanto

y te amé tanto pero tanto,

que quizás te ame hasta que muera. 

.
.
.

📌 Pazzenger

TOXICOMANÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora