1. Lo peor

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Lo peor de todo es este remordimiento

de que en realidad fui un cobarde por dejarte ir,

que tuve muchas veces la oportunidad de tenerte

y salir de mi zona de confort para siempre

si tan solo me hubiera propuesto cambiar.

Pude haber olvidado esta vida que llevo,

o al menos, aguantar mientras duraba.

Mandar a la mierda mis miedos y mis dramas,

olvidar eso de sentirme lástima y simplemente

disfrutarte, saborearte así sea a la distancia

y demostrarte que puedo confiar en ti

y que no existe ninguna otra persona en el mundo

capaz de amarte ni con la mitad de intensidad

con la que yo te amo a ti.

Me hubiera dejado de rodeos, ¿no crees?

cada día hubiese sido un renacer, un despertar,

un "nos conocimos por primera vez",

una conquista interminable de algo que ya era mío.

Eras tan mía y yo tan tuyo y me gustaba,

qué triste que me diera cuenta cuando ya no estabas.

Hubiera congelado esa mirada tuya para siempre,

me hubiera quedado contigo más madrugadas,

te hubiera lanzado más besos de los que te lancé,

te hubiera dicho "hermosa" más mañanas,

días y noches en las que desprevenida me sonrieras

y dijeras "te amo" sin razón alguna,

como aquellas veces en que se hacía el silencio

y solo me despertaba el abrupto susurro de tu voz

dedicándome palabras bonitas hasta hacerme llorar,

que no lloré porque llorar tanto tampoco es bueno,

pero me encantabas con pura magia,

tanto que olvidaba que habíamos pasado una hora

sin decirnos nada, solo porque ese instante,

en el que te declarabas, me hacías sentirte justo a mi lado,

respirándome en el pecho, con tu pequeña frente mestiza

agazapada en mi cuello caliente,

instante que no quería que se acabara por nada,

ni por el más ruidoso estruendo de un familiar,

ni por las travesuras de los niños,

ni por las molestias que ocasionaran mis noches

en una cama hundida, rodeado de personas

que solo piensan en perder el tiempo.

No te niego que extraño esa magia.

Ojalá estuvieras a mi lado, sobre un césped,

en alguna noche como esta, apartados de toda esta mierda

de redes sociales, de internet, de gente superficial,

solos tú y yo, en la hierba, contando estrellas,

y galaxias y nebulosas y nubes con formas raras,

simplemente hablando de la vida,

de cómo nos sentimos importantes

y hacemos que los problemas pequeñitos se conviertan en tempestades

cuando en realidad, para el universo,

tan sólo somos unos granitos de arena insignificantes.

Olvidé decirte que quería pasar muchas noches así contigo,

hablando de planetas, de constelaciones,

o simplemente de lo mucho que nos queríamos,

si por un momento te olvidabas del mundo, de los problemas,

de las personas, de cualquier persona

y sólo fuéramos tú, yo, y la naturaleza.

Tú y yo y la tierra durmiendo a nuestras espaldas.

Tú y yo y un paraíso de astros titilantes.

Tú y yo y la paz.

Si todo fuera tan sencillo...

Ojalá fuera tan sencillo.

Entonces no te habría soltado nunca.

Nunca, nunca nunca...

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📌 Pazzenger


TOXICOMANÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora