¡Basta!

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Abri los ojos y mire hacia un lado. El sol ocultandose por la ventana me confundió un poco.

-Por fin despiertas, pense que habias muerto.- La voz de Cedric me hizo pegar un salto y sentarme rapidamente. El estaba sentado en un banco de madera junto a mi armario.

-¿Que haces aqui?.- Le pregunte algo asustada.

-Deberias preguntarte como llegaste aqui y no que hago yo aqui.

-Lo pense unos segundos. Tenia razon. ¿Como llegue aqui?.- ¿Cómo?.- Me acoste de nuevo y puse una mano sobre mis ojos.

-Te desmayaste de la nada en el bosque y yo te traje. De nada.

-Nunca dije gracias.- Le dije levantandome de la cama.

-Deberias, de no ser por mi aun estarias tirada en el piso.- Se levanto del banco.

Sali de mi cuarto y comence a caminar hacia la cocina. El dolor de cabeza me estaba matando, asi que busque algunas hierbas que me hicieran bien y las puse a hervir.

Pegado a la refri habia una nota apenas legible que de seguro era de la vieja. Arranque la nota y comence a leer:

"Querida, fui a buscar más hiervas, gracias por las tuyas. Vuelvo dentro de dos dias, le dije a tu amigo que te cuidara en mi ausencia."

¿Mi amigo?... Ay no. No, porfavor, no.

-¡Cedric!.- Grite muy enojada

-¡Erika!.- Me imito desde mi cuarto.

Camine molesta hacia mi cuarto y abri la puerta violentamente. Estaba sin camisa acostado en mi cama. Debo admitir que su cuerpo estaba perfectamente cuidado o en otras palabras, pero eso no es motivo suficiente para desvestirse en mi cuarto.

-Deja de mirarme asi, siento que me vas a violar.- Bromeo mientras se levantaba de la cama.

-Ni loca con un palo te tocaria, ahora, largate de mi casa.- Le dije seriamente.

-Bueno, que yo sepa esta no es tu casa.- Se puso de pie y tomo su camisa del suelo.- Ademas, le prometi a Ru que me quedaria.

-¿Ru?

-Dios, Erika, ¿llevas viviendo toda tu vida con una anciana cuyo nombre no sabes?. Esta mas que claro que ocupas apoyo.- Dijo algo desesperado.

-No, no lo necesito. Vete.- Intente empujarlo con las manos sin embargo no se movio ni un centimetro.

-No me voy a ir de aqui, si te pasa algo...- Paro de repente la oracion.

-¿Que?.

-Nada.- Dijo rapidamente.- No me voy a ir por mas que quieras, tendras que vivir conmigo 3 dias.

-Dios, ¿que hice para merecer esto?.- Grite con las manos hacia el arriba.

-Vamos, no seas dramatica. Quizas comence a hablarte con el pie izquiero, podriamos concernos mejor.- Dijo mientras se pondia la camisa.

-De echo, ibas muy bien hasta que te burlaste de mi perdida de memoria permanente, me confundiste más la mente, apareciste sin camisa en mi cama, pensaste que iba a necesitar de tu ayuda después de años sobreviviendo por mi cuenta... ¿Ya te vas?

-Rodo los ojos y camino hacia la puerta.- Me voy, pero a la cocina, ¿Quieres comer algo?.- Siguio caminando.

Cerre la puerta de mi cuarto y me acoste en la cama. No me importa lo que él haga en la cocina, no me importa lo que haga estos tres dias, solo quiero que se aleje de mi.

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-Buenos dias dormilona.

Me levante dando un salto brutal y chocamos nuestras cabezas. Cedric estaba en mi cama, asi que entré en panico.

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