Capítulo 1.

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Oportunidad. 

Annette.

Mis pies se deslizan por el espacioso salón al ritmo de la música de Chopin, waltz in C Sharp Minor. Mi cuerpo se mueve como si fuera una marioneta siendo manejada. Doy un giro, me impulso con mi pie derecho y doy un salto que me sale de maravilla. No flaqueo. No cometo errores. No fallo.

La suave melodía termina y con ella mi baile.

—Excelente señorita Wallace —dijo mi maestra de baile, la Señorita Fisher.

Me limite a asentir con la cabeza, a esta mujer nada le parecía bien. Si bien me había alagado bastante con lo poco que me dijo y eso porque ella fue testigo de que había perfeccionado mi técnica en menos de un mes.

—Muy bien chicas, acérquense. Como ya saben la temporada de  invierno está a la vuelta de la esquina y, con ella viene nuestra presentación. Es importante que practiquen... —deje de escucharla y me puse a fantasear con la presentación invernal; estaba ansiosa, ya se podían oler los nervios, lágrimas y gritos de la Srta Fisher.

Yo, en el escenario, luciéndome como siempre. Con una técnica impecable, y un atuendo con aspecto de parecer haber sido sacado de una película de princesas.

  —¡Señorita Wallace! —.Bramó Fisher—¿dónde tiene usted la cabeza?

—lo siento —mire a mi alrededor y me di cuenta de que mis compañeras ya estaban recogiendo sus pertenencias para irse —¿me puede repetir lo que me estaba diciendo?

Resopló y me hizo una seña para que me acercara a ella –tu técnica mejoró mucho, y, aunque eres una de mis alumnas más distraídas —por no decir la única— tengo que reconocerlo. Eres excelente. —tomó una bocanada de aire fresco como si le costara un poco lo que me va a decir a continuación —estas dentro de mi lista de opciones para candidatas de el solo de Giselle.

Me quedo de piedra. El solo de Giselle no es más que una de las coreografías más dificultosas. Se basa en una historia De L'Allemagne del alemán Heinrich Heine.

La protagonista, Giselle, es una joven campesina que se enamora de un joven, Albrecht, el cual es en realidad un noble que esconde su identidad al enamorarse de ella. Sin embargo, es descubierto por la familia de su prometida y Giselle acaba cayendo muerta por el dolor convirtiéndose en una Wili. El acto se centra en un mundo fantasmal en el que las Wilis reciben a Giselle, según una leyenda eslava son los espíritus de novias abandonadas que atraen a los hombres que se acercan y les obligan a danzar hasta morir.

La imagen mítica del ballet Giselle es el largo tutú de color blanco. Se dice que para una bailarina representar Giselle es como representar Hamlet para un actor de teatro, pudiendo encarar el personaje desde diferentes interpretaciones, enfatizando la melancolía hasta apasionamiento, la frialdad en el segundo acto la frialdad de una Wili no le impide ayudar a su amado a evitar un destino fatal.

Y si bien yo podía llegar a cumplir los requisitos del aspecto físico para representar a Giselle, no estaba segura de ser tan buena como para plasmar en mis movimientos todas las emociones que requería este baile.

—¿y bien? ¡No te quedes parada ahí niña! Te acabo de dar la noticia que todas las que estudian aquí quisieran escuchar.

—No sabría que decirle Srta. Fisher —musité lento y bajito, como si fuera un sueño y levantar mi propia voz podría hacer que despertara de el— ¿cree usted que estoy preparada para hacer tal interpretación?

Me mira..., me mira.., me mira.., hasta que por fin habla con el habitual tono de autoridad y dureza que siempre la acompaña.

—sino creyera que estas preparada, ¿crees que estaría aquí perdiendo mi valioso y muy ocupado tiempo dándote esta noticia? —fui a responder cuando me interrumpió— No. Señorita Wallace, no estaría aquí parada dándole una noticia para ver cómo se queda pasmada y no sabe soltar ni un simple "gracias" por tenerla presente en ser candidata de un solo tan magnifico y sublime.

DelirioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora