Decepción.
Annette.
Aquella mañana en especial, me había despertado ansiosa, y no sé, si se debía al hecho de que no había encontrado nada relevante que me dijera que estaba atormentando a papá—después de haber hecho un pequeño saqueo en el despacho que tiene en casa la noche anterior—. O porque hoy mi maestra, la Srta. Fisher, iba a anunciar la que obtendría el papel para interpretar a Giselle.
Una me tenía más nerviosa que la otra y, por supuesto, que era la de quién obtendría tal protagónico en el evento de invierno.
Los rayos de sol penetraban la ventana y las livianas cortinas blancas, aquel día parecía tener pinta de ser cálido. Me estruje los ojos y terminé de desperezarme para comenzar mi día. Antes de hacer mis rutinarios estiramientos, reproduje Lana del Rey en mi celular y me coloqué mis auriculares.
Jules me decía que no entendía cómo podía empezar el día con música de ese tipo, porque si, Lana escribía música muy depresiva, donde se retrataba a ella como dependiente; incapaz de vivir sin la presencia de un hombre en su vida. Pero su voz, era tan relajante y majestuosa que me era inevitable no practicar ballet con ella de fondo.
Cuando terminé, baje a desayunar y me encontré a papá leyendo el periódico y tomando su habitual taza de café.
—Buenos días —saludé animada.
—Buenos días —respondió concentrado en su periódico.
Terminé de cortar la fruta, la puse en un tazón y me serví café. Me senté en la silla del comedor que quedaba a la derecha de donde estaba sentado papá.
—Hoy nos dirán quien obtuvo el protagónico para la presentación de invierno.
— ¿estas preocupada? —cuestiona mientras levanta una ceja.
Si.
—No. Estoy convencida de que lo he conseguido — digo mientras engullo con ganas la fruta.
—Esa es mi niña.
{ *** }
—¡¿Cómo no he podido conseguirlo?! —lloriqueo con la cabeza apoyada en el regazo de Jude.
—Fisher es una explotadora exigente, mal por ella al no haberte elegido a ti mi Anne. —me consuela mientras me acaricia el pelo.
—Explotadora o no, ¡yo moría por interpretar ese papel!
—Bueno... mira el lado bueno, no te va a exprimir como a un limón para terminar toda machacada tal plátano y con un montón de ampollas en los pies.
Formé una mueca con la boca mientras me levantaba y sentaba derecha. ¿Que había hecho mal? Ella misma me dijo que tenía gran ventaja porque mi técnica era "exquisita". ¿Acaso fue una de sus enseñanzas sobre sentir que podemos obtener algo porque creemos que somos excelentes para ello, pero a la hora de actuar no lo consigues porque todavía te falta preparación y no es tu momento?
—¡Hey! —Jude golpea mi hombro llamando mi atención. —que se joda Fisher, incluso hasta su apellido es ridículo, parece nombre de comida para peces —se mofa.
En otra ocasión esa ocurrencia me hubiera sacado una genuina carcajada. Pero en esta solo di una pequeña sonrisa.
El resto de la tarde me la pasé en el parque con Jude, para demostrarle que se me había pasado un poquito la decepción y dejarme subir los ánimos. Pero ¿a quién engaño? Una vez que llegara a casa y me encerrara en mi habitación el sentimiento de fracaso me iba a arrollar.
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Delirio
Ficção Adolescente«todos queremos lo que no se puede tener, somos fanáticos de lo prohibido» Y ciertamente Benedetti no se equivocó. Pero, ¿Qué pasara cuando lo que deseas está a tu total alcance? ¿Cuándo de repente eso que tanto anhelas como si de un elixir se tr...