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— ¿Que te parece la idea BinJi? — pregunta su amiga a la chica, quien estaba entretenida con su celular chateandose con un chico que conoció por una aplicación

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— ¿Que te parece la idea BinJi? — pregunta su amiga a la chica, quien estaba entretenida con su celular chateandose con un chico que conoció por una aplicación.

— ¿Ah? Si, si lo que sea está bien. — dice desinteresada, con el chico misterioso, cuya edad ni aún sabe.

— Niña, presta atención, vas a cumplir dieciocho y no has elegido a que lugar iremos para festejarlo. — su amiga, mayor que ella obviamente, la reprende por el desinterés que muestra ante la elección del viaje por su cumpleaños.

— Tsk... Bien~ — se queja con aburrimiento guardando su celular.

— Elige tu lugar de destino, porque una vez lo elijas nos quedaremos por un año allá, así que elige sabiamente, entre, ¿Rusia - Krasnodar Krai, Estados Unidos - Florida, Alemania - Sylt, Puerto Rico - San Juan, La Isla Jeju de acá, o España - Ibiza? — su amiga nombra país y ciudad en la que está ciertas playas y lugares.

— Estados Unidos - Florida, me parece bien. — finaliza BinJi como lugar de viaje por su cumpleaños.

Pero su amiga no sabía que ella había elegido Florida porque eran las mejores playas, además podía estrenar su nuevo bikini, y disfrutaría mucho de ese lugar. Y también porque su chico misterioso comentó que se quedaría un año en Florida y viajaría la semana que viene, por lo que ella viajaría mañana con su amiga quien por tener veinticinco ya estaba casada, y su marido quien era el primo de BinJi, KioSuk, éste era un loco, porque apoyaba en cualquier decisión de su prima por más loca que fuera, y también, si era igual de loco que ella.
Si BinJi quería acostarse con un viejo él la apoyaba, si quería saltar de un Barranco al mar desnuda, él la apoyaba, y es que los Byun si que eran locos.

— Buena elección niña mía, prometo que la pasarás de lujo. — le palmea el hombro derecho.

— Eh, que estoy por cumplir dieciocho, ya no soy una niña, sino de ese modo no podría coger con mis ligues de una noche, o con las parejas estables que he tenido desde los quince. — le explico con simpleza.

— Si bueno, es normal seguir siendo virg... ¡Espera! ¡¿Que?! ¡¿Quince?! — su rostro palidece. — ¡¿Y quien carajos te dió permiso para esa edad perder tu virginidad, tu flor, tu retoño, tus pétalos?! — me exige una explicación.

— KioSuk me apoyo en esa decisión, además no la perdí con alguien, la perdí con Violetin. — le respondo su exigencia.

— ¿Y quien carajos es Violetin, y como es eso de que KioSuk te apoyo?, no me digas que... ¿El te apoya en todo por más decabellado que sea? ¡Ah, para colmo, mi esposo es un loco, toda la familia Byun está loca, no tienen remedio! — se queja exaltada sobre mi respuesta.

— Tranca que no me ofendes, para nada, mejor amiga. — le digo con sarcasmo.

— ¿Y que carajos quieres que te diga?, ¿me alegro que hayas perdido la virginidad a los quince, cuando yo la perdí a los diecisiete casi dieciocho? — pone sus brazos en jarra con su ceño fruncido.

FORTIES | BANGTANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora