FORTIES | BANGTAN

☆4☆

Había salido con Jungkook todo el día, en cada lugar que íbamos siempre me robaba besos, era lindo, lo había conocido más y él a mí, pero ahora...

— Ah~ Uhh~ Si, Jungkook. — jalaba su cabellos mientras gemía.

Sip, estábamos teniendo sexo, desde hace unas tres horas estamos teniendo sexo sin parar, el me había hecho de todo, y yo, le había hecho de todo, no estaba para nada cansada, era de aguantar mucho tiempo en la cama.

— Oh, nena, adoro que gimas mi nombre, pero que me digas Daddy me calienta más, vamos dile a Daddy lo que te gusta que te haga en la cama. — me alienta a seguir satisfaciendolo con mis deliciosos gemidos y palabras sucias.

— Adoro que Daddy me coma la vagina, pero prefiero que Daddy sea rudo conmigo, por favor Daddy, sea rudo conmigo. — le hablo agitada.

— Oh sí nena, no sabes las ganas que te tengo, siento que podría estar así contigo toda mi maldita vida. Vamos ponte en cuatro para Daddy, dejame ver otra vez ese lindo culo que te cargas. — se separa de mi vagina y vuelve a estar sobre mi para besarme. — Quiero cogerte tal y cual me lo pides y sabes que a mi me gusta. — susurra en mi oído y luego comienza a besar mi cuello.

— Daddy~ quiero sentir su verga en mi húmeda vagina~ — canturreo excitada.

— Bien baby, ponte en cuatro como te lo pedí, y así recibirás mi verga. — se sienta sobre sus rodillas en la cama esperando a que yo me ponga en cuatro.

Me muevo para darle su posición ordenada, una vez estoy cómoda, él se pone detrás de mi y escupe sobre mi vagina solo por morbo, pasea su glande por toda mi abertura, y cuando estoy por hablar para que la meta de una vez, el de una estocada la vuelve a meter en mi.

— Uhh~ Daddy, creo que si fuera por mi, viviría con su verga dentro de mi. — le hablo con morbo.

— ¿Enserio bebé? ¿Vivirías con mi verga dentro de ti? — azota mi culo con fuerza, ese ardor rico se hace presente y me prende.

— Daddy, ¿sabes que me gusta el sexo rudo, posesivo y salvaje? — le pregunto jadeante de placer.

— Claro que sí bebé, ¿por qué? — me pregunta divertido.

— ¿Entonces porque no lo eres ahora conmigo? — me quejo agitada por no respirar bien gracias a sus embestidas.

— ¿Quieres que sea rudo, posesivo y salvaje? ¿Eh? ¿Eso quieres nena? — me jala del pelo para que su boca esté sobre mi oído y pueda escucharlo a través de los gemidos, gruñidos y el golpeteo de nuestros cuerpos al hundirse él dentro de mi.

— Oh~ Si si si, quiero eso Daddy. — mis manos se intentan agarrar de sus gruesos muslos, él besa mi cuello y toca mi cuerpo con posesión tal y cual como me gusta, me suelta del pelo pero me agarra del cuello con fuerza.

— Ahora que me haces acordar. — comienza él. — ¿Quien era ese flacucho de anteojos que te tiraba onda en el centro comercial? — me pregunta celoso.

— N-No lo sé Daddy. — tartamudeo de lo bien que me coge. Y cuando menos me lo espero, Junta completamente su cuerpo con el mío, ya que él aprovecha a que me tiene agarrada del cuello para ello. — Uhh~.

— ¿No sabes quien es? ¿Estas segura de que no me mientes? — usa su voz grave para excitarme más. — No quieras mentirle a Daddy, bebé. — me informa azotando con más fuerza que antes mi culo.

— No Daddy, se lo juro. — muevo una de mis manos hacia su brazo izquierdo, el cual era que me sostenían fuerte del cuello, mientras la otra la dejó descansando en su musculoso muslo.

— ¿Quieres venirte? Siento lo cuan apretada estás y también lo mojada que estás por dentro. — me explica acariciando mi clítoris.

— S-Si, me correré pronto Daddy. — le aviso.

— Hazlo, moja mi verga con tu orgasmo, quiero que mi verga sienta lo que te hago sentir a ti. — presiona más sus dedos contra mi Punto G.

— AHH~ DADDY— gimo en alto, bueno mejor dicho, grito. Mi clímax había sido más potente que los diecisiete anteriores, con este último era el décimo octavo clímax que tenía en la noche. Y Jungkook había tenido uno más que yo, diecinueve clímax. — Si que eres un experto en esto Daddy. — le halago agotada.

— Sos tan buena bebé, nadie jamás me ha hecho tener tantos orgasmos y menos diecinueve en tres horas. — me va soltando poco a poco, estoy tan agotada que me acuesto en la cama bajo las sabanas, solamente me tapo de la cintura para abajo. Por más aguante que tenga, no comemos hace tres horas ni tampoco bebemos algo, así que sin energías no puedo seguir.

— Gracias Daddy. — le sonrío. — ¿Quieres quedarte a dormir conmigo? — le pregunto expectante de su respuesta.

— Claro que sí, ahora me toca consentir a mi nena, después de la buena bienvenida que me dió esta mañana, al conocernos por primera vez en persona. — me acaricia la espalda con mimo y me da besitos en la boca.

— Gracias Daddy, y por cierto, desde que nos vimos en el restaurante nunca te lo he preguntado, ¿Que edad tienes? — lo miro curiosa. — Solamente vos sabés mi edad, yo solo sé tu nombre y apellido.

— Me llamó Jeon Jungkook, que eso ya lo sabes, tengo cuarenta y dos años y trabajo en Bangtan Corporation, soy soltero, sin hijos, ni esposa, jamás me casé, adicto al sexo pero ahora tengo a mi linda bebé para complacerla y que ella me complazca a mi. — comenta besandome una vez más en los labios.

— Oh, eres mucho más mayor que yo, creí que tendrías unos veintitrés, me gusta que me digas baby, pero, ¿estás seguro que soy la única Daddy? — quiero afirmar que soy la única.

— Por supuesto que sí baby, eres la única desde que nos conocimos. — dice la verdad. — además de que me haces llegar al cielo con tan solo mirarte o pensarte. — confiesa.

— Aww, Daddy, me sonrojas. — cubro mi cara con la almohada, ya que me puse roja.

— Anda, durmamos baby, has dejado a Daddy cansado, y necesita fuerzas. — se tapa él también y me pide que me gire para así poder abrazarme.

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