Capitulo tres

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Habían pasado tres meses, tres meses desde que Jungkook salió de la correccional y nunca se había sentido mejor. Con el tiempo fue conociendo a cada uno de los amigos de Jimin, eran muy divertidos y ahora de llevaban muy bien, se dió cuenta que faltaba una persona, pero nunca podía ir por x razón, así que no sabía nada acerca de él. Y eso le causaba intriga.

El azabache se encontraba en la orilla de la laguna, el lugar le traía paz, durante el día era un lugar cálido, el sol alumbraba el agua y podía ver el reflejo de los árboles en ella, podía escuchar a los pajaritos cantar y veía a los peces asomarse. Siempre iba solo, ya que a nadie le gustaba ese lugar, decían que era muy peligroso pero nadie le decía porqué, de igual manera eso no fue un impedimento para que fuera, aún así fuera de noche.  A diferencia de como lucía en el día, durante la noche el lugar cambiaba completamente, se volvía sombrío, y no transmitía esa calidez. Pero le gustaba ir para ver la luna, cada vez que iba se sentía familiarizado, como si perteneciera allí.

Sacó su celular del bolsillo para ver la hora 12:25 pm, aún le quedaba algo de tiempo, había quedado en ir con Jimin al centro comercial a comprar algunas cosas a las 2:30 pm, pero decidió que era mejor irse ya para estar listo a tiempo, si algo tenía Jimin es que es muy puntual y no le gustaba que llegaran tarde.

Se levantó mientras sacudía sus jeans para sacarse el polvo y fue directo a casa a alistarse. Al entrar, el silencio lo golpeó. Su amigo era muy ruidoso así que podía notarse su ausencia. Se dispuso a subir las escaleras cuando su atención se fue a la puerta que estaba al final del pasillo. Jimin le había dicho que era el sótano y que no había nada importante por lo que no debía entrar allí. Y siempre estaba bajo llave, se acercó con pasos muy lentos como si alguien fuera a descubrirlo y trató de abrirla pero esa vez no fue la excepción, la puerta se encontraba cerrada.

Esta es mi oportunidad, es ahora o nunca. Fue lo que pensó en ese momento y corrió hacía la cocina, removió cada cajón pero no encontró ninguna llave, revisó de detrás de la puerta y probó las llaves que estaban en el llavero de la casa. Pero no logró nada con eso.

Si yo fuera Jimin ¿En dónde escondería una llave privada?

Automáticamente se prendió un foco en su cabeza.— ¡Su cuarto!— subió las escaleras a como pudo y se adentró en el cuarto de su amigo. Todo estaba impecable, casi como si nadie estuviese durmiendo ahí. Revisó por encima para no desordenar mucho pero algo llamó su atención. Había un cuadro colgado en la pared, era un retrato de ellos dos juntos, estaba algo torcido así que fue a acomodarlo, pero al moverlo una llave calló, haciendo que el choque con el suelo retumbara en la habitación.

—¿Será esta la llave?— la observó un rato analizandola. —Bueno, solo queda intentar. — Volvió a la planta de abajo y cuando estuvo en frente de la puerta metió la llave lentamente. La giró y la puerta se desbloqueó. Con algo de asombro Jungkook abrió la puerta y lo único que pudo ver fue oscuridad.

Prendió la linterna de su celular y bajó lentamente las escaleras, no era tan profundo así que pudo llegar rápidamente al sótano. Buscó el interruptor y encendió la luz, la habitación estaba llena de libros, y su mente se sintió confusa ¿Por qué Jimin tendría libros en el sótano si a él no le gusta leer?

Recorría la habitación mientras pasaba los dedos por los diferentes libros, observó uno encima de una mesa y llamó su atención así que lo tomó, se veía algo anticuado y su portada tenía letras que no entendía. Al abrirlo tenía una página en blanco, y conforme iba pasando las demás solo eso veía, blanco. Se asustó al escuchar su celular sonar. Era una llamada de Jimin.

¿Estás listo? — Observó la hora y eran la 1:45 pm ¿En qué momento había pasado más de una hora?

— Ehh sí, estaré allí a tiempo, no te preocupes, bien, adiós. — Colgó la llamada y observó por última vez el libro, deteniéndose en la última página, tenía algo escrito en una esquina, con letra muy pequeña, no es algo que pudiera verse a simple vista.

Icarus interlude.

—¿Eso que significa? — Sin pensar demasiado puso todo en su lugar y salió del sótano, cerró todo para que Jimin no sospechara y se dispuso a alistarse para salir.

Iban de tienda en tienda, la cosa tan importante que Jimin debía comprar era ropa, y no le había dicho al azabache porque sabía que no iría si le decía.

— ¿Por qué es tan importante? Solo compra cualquier cosa y vámonos, estoy cansado.

— Ten paciencia jungkookie, necesito el atuendo perfecto. Se supone que eres mi amigo, ayúdame. — El menor se sentó en el sofá de la tienda mientras veía a Jimin entrar por quinta vez al vestuario.

— ¿Qué tal este?— Preguntó mientras se veía en el espejo. Jungkook estaba asombrado por lo bien que lucía su amigo.

— Ese está perfecto, te ves genial. — Bien, gracias. — Jimin sonrió y fueron a pagar para salir del lugar.

— ¿Quieres un helado? —  Dijo el mayor mientras Jungkook veía su celular, alzó su vista y asintió. — Bien espera aquí.

El azabache sin prestar atención siguió caminando mientras veía su celular, cuando sintió que chocó con alguien. —Oh, lo siento mucho, no presté atención. — Alzó la vista y se topó con un chico alto, sintió un escalofrío por todo su cuerpo y su corazón se aceleró.

— No hay problema, pero ten más cuidado la próxima vez.— Su voz era de un tono grave, y su mirada intimidante, provocaba sensaciones extrañas en él.

— Claro. — Luego de esto Jungkook siguió a Jimin hasta la heladería, claramente, prestando atención por dónde caminaba. — ¿Dónde estabas? Estuve esperándote.

—Lo siento Jiminnie, choqué con un tipo antes, tuve que disculparme.

— Eso te pasa por no prestar atención, los chicos me dijeron que están cerca de aquí, les dije que iríamos ¿Te parece?

— ¿Tengo otra opción?— Riendo se encaminaron dónde estaban los demás, Jungkook pensando en el tipo de antes.

— ¡Por aquí! — Escuchó que dijeron y alzó la vista topandose con sus amigos. —¿Cómo están chicos?

— No saben por todo lo que he pasado hoy, Jimin me ha llevado a cada tienda de este lugar, quiero ir a casa.

— Está bien, podemos ir a ver alguna película en tu casa, pero tenemos que esperar a un amigo que anda con nosotros. — El chico que nunca podía ir a sus reuniones vino a la mente de Jungkook.

—¿Amigo? ¿Quién?. — Inmediatamente como si lo estuviesen invocando llegó un chico a espaldas de Jungkook. —¿Todo está listo?

El azabache se tensó por unos minutos y se dió vuelta lentamente. — Si, déjenme presentarlos. — Habló Hoseok.

— Jungkook, él es Kim Taehyung, Taehyung, Jeon Jungkook. — Delante de él se encontraba el chico con el que había chocado antes. Su garganta se secó, sentía que no podía articular ni una sola palabra, y sus latidos aceleraron. —Mucho gusto.— Es todo lo que pudo decir antes de comenzar a alejarse de todos ellos.








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