Capitulo dos

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Luego de aquello, Jungkook fue enviado a una correccional en el extranjero dónde pudiesen tratar su enfermedad y su conducta.

No volvió a ver a Taehyung, por más que suplicó el niño imaginario no apareció. Y eso hizo que un sentimiento de rencor creciera en su interior. Sabía que era malo para su salud y trató de auto convencerse de que el no existía, así como decían los demás. Con el paso del tiempo ese amigo especial quedó en el olvido, y Jungkook creció y maduró.

Era un primero de Septiembre, el adolescente azabache ahora cumplía su mayoría de edad y ese mismo día salía de la correccional. Hizo sus maletas y se dirigió a la entrada del lugar, echando un vistazo hacía atrás, se sentía aliviado de saber que ya no tenía que vivir aquella miserable vida, podía empezar de cero y hacer lo que quisiera. Suspiró y salió del lugar.

Llamada entrante.

— Hey amigo! Soy Jimin, ¿Dónde te encuentras? — Conoció al chico en la misma correccional, se hicieron buenos amigos pero Jimin tuvo que irse mucho antes debido a que había cumplido la mayoría de edad antes que el menor. Aunque Jimin era mayor, tenía baja estatura y eso confundía mucho a las personas.

— Voy saliendo, espérame en la estación de autobús, voy para allá.— colgó y se dispuso a caminar, ellos habían tomado la decisión de vivir juntos cuando Jungkook saliera, y eso es justo lo que estaban por hacer. El azabache pudo reconocer el auto de su amigo a lo lejos y se acercó. Le dedicó una sonrisa y abrió la puerta del automóvil para adentrarse en ella.

— Necesito pasar primero a hacer unas compras, se que estás cansado, así que iremos rápido, luego puedo ayudarte a desempacar ¿Eso está bien para tí?.

— Claro, no hay problema.

Estuvieron manejando al rededor de media hora en silencio, no era incómodo, más bien era un silencio lleno de paz, jungkook se sentía feliz de salir de ese horrible lugar, en todos los años que vivió allí sufrió de muchos golpes, insultos, siempre fue despreciado antes de la llegada de Jimin, y muchas veces fué violado por los mismos guardas de seguridad, tenía una vida del asco pero estaba dispuesto a comenzar de nuevo.

— Y... ¿Cómo es la casa? — Preguntó muy curioso el menor.

— Es algo espaciosa, Comencé a trabajar en lo que salí y ya tenía unos ahorros en el banco, así que compré una casa cerca del un lago, es un lugar agradable, se que te va a gustar.

— Oh... Eso es genial. — Luego de aquello no dijeron otra cosa. Y detuvieron el auto para ir al supermercado.

— Hey kook. — El mencionado se giró para ver a su amigo mientras pasaban por las cámaras de refresco. — Esta noche irán unos amigos a nuestra casa, espero que no te moleste. 

— Siendo sincero, estoy algo cansado. No hay problema, pero iré a dormir temprano.

— Está bien, se que ellos lo entenderán, gracias. — Pusieron todo lo que llevaban en el cajero, pagaron y se fueron directo a casa.

Jungkook estaba en la sala cuando el timbre sonó. —Jungkookie, ¿Puedes abrir la puerta por mí? Yo iré en unos segundos.— Gritó Jimin desde la cocina y él azabache se levantó para abrir.

Cuando abrió la puerta se topó con cuatro chicos más, sabía que eran los amigos de Jimin así que se hizo a un lado abriendo más la puerta.

— Pasen.— Dijo y todos entraron como si ya hubiesen ido muchas veces allí.

— Debes ser el amigo de Jimin.— Habló un castaño.

— Así es.— Contestó un poco incómodo, agradeció cuando Jimin bajó por las escaleras.

— Veo que ya se están conociendo, que rápido.— Bromeó y saludó a sus amigos. — Jungkook, ellos son Hoseok, Yoongi y Namjoon, chicos, el es Jungkook, mi compañero y amigo de la correccional.

—Mucho gusto.— Dijo el azabache haciendo una reverencia.

— Vamos, no seas tan formal.— Habló el chico moreno Namjoon. — El gusto es nuestro, de ahora en adelante puedes tratarnos con confianza.

— Muchas gracias, y lo siento, la verdad estoy muy cansado así que iré a dormir, espero verlos de nuevo chicos. — Jungkook se disculpó apenado.

— No hay problema, debiste tener un día difícil, nosotros entendemos, ve.

Jungkook les dedicó una última sonrisa apenado, subió las escaleras y se acostó en su cama, cayendo a los minutos en brazos de Morfeo.

Icarus interludeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora