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10.- Café

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JiSung jamás, en sus 19 años de vida había odiado tanto una persona como estaba odiando a ese idol. Sí, lo admitía un poco, el desgraciado era verdaderamente guapo, pero eso no le quitaba que su actitud de superioridad acabará con todo. Okay, sí, quizás debía entender un punto de aquel chico, él también se hubiese ofendido si un trainer de su misma compañía decía no conocerlo, pero ¡jamás hubiese ido a pegarle como MinHo lo hizo!

Es que, ni siquiera se conocían y ese sujeto ya había tomado la suficiente confianza para pegarle y hasta hablarle como si fueran conocidos de toda la vida. Según SeungMin y HyunJin, Lee MinHo era un chico tímido, reservado y en ocasiones llegaba a ser antisocial solo por el hecho de quererlo, entonces ¿por qué mierda estaba agarrando tanta confianza con él?

¡Ahg!

JiSung no sabía porque estaba siendo castigado de esa forma. Pero bueno, mientras se quejaba internamente, bajó de la camioneta junto a HyunJin, que ni siquiera había hecho ruido alguno debido que iba dormido. Ambos chicos entraron a la empresa, sonriendo a la chica de recepción. Los dos iban en distintas salas, ya que uno iba a baile y el otro a canto. No porque fueran malo en ellos, de hecho, JiSung y HyunJin eran excelentes en lo que hacían, pero el Ceo quería volverlos superiores.

-Tengo demasiado sueño, JiSung.

HyunJin en verdad parecía que se quedaría dormido caminando y JiSung estaba considerando grabarlo para sobornarlo después.

-Se nota, ¿hasta qué hora te quedaste haciendo tarea?

-No me di cuenta, pero cuando menos lo pensé, la alarma de SeungMin comenzó a sonar.

JiSung detuvo su andar cuando HyunJin dijo aquello, porque SeungMin tenía su alarma una hora antes de todos ellos, ya que él se iba más temprano a la escuela. Entonces, sacando cuentas como el matemático que no era, llegó a la conclusión de que HyunJin no había dormido más que el tiempo que hace camioneta a la agencia. Así que, tomó la mano del menor y lo halo hasta la cafetería del lugar, pidió tres cafés americanos y dos rebanadas de pastel sólo para que su amigo pudiera despertar de su sueño.

-Toma, come esto mientras regresó.

-¿A dónde vas, hyung?

JiSung suspiró casi con ganas de no ir a darle el café a ese idol estúpido, pero que más daba. En algún momento la vida lo iba a poner encima a él y ese día sería glorioso.

-Voy a ir a llevar esto con los idols, no tardó ¿está bien?

HyunJin asintió y comenzó a comer mientras JiSung subía las escaleras rumbo aquella sala que, según Chris, era la que los dos idols compartían. Sí, mintió un poco cuando habló con su Ceo para preguntarle por la sala de ChangBin en vez de la de MinHo, igual salió bien porque era la misma.

Avanzo por los pasillos superiores sintiéndose extraño de que más de uno lo saludara por su nombre, porque según él, nadie lo conocía, según JiSung era un trainer que vivía en el anonimato. Cuando llegó aquella sala, tocó dos veces, esperando que la puerta se abriera, lo cual pasó poco después.

Aquel chico extraño que iba golpeando gente solo porque sí, le sonrió, dejando ver que era más precioso que cualquier persona en la faz de la tierra. Su cabello estaba levemente húmedo, probablemente debido al sudor de estar practicando y JiSung se preguntó desde que hora el idol estaba ahí.

-Hannie...

JiSung jamás en su corta vida había sentido aquella sensación en su pecho cuando alguien le decía de ese modo, nunca se quedó sin nada que decir porque él hablaba hasta por los codos y puras estupideces, pero ahora, no sabía que decir o cómo actuar así que simplemente levantó el vaso con el café del mayor poniéndolo delante de él sin nada que decir.

-Oh, gracias, después de todo si lo tragiste.

MinHo tomó el vaso y la muñeca del menor, JiSung abrió los ojos queriendo escapar, pero siendo imposible una vez aquella puerta se cerro, MinHo estaba sonriendo y al final de la sala estaba Felix junto a ChangBin mirándolos. El australiano frunció las cejas para MinHo y quiso ir a pegarle porque ya le habían advertido solo molestar al pequeño trainer. A uno de sus bebés.

-MinHo, Chris te dijo que lo dejarás en paz. - se adelantó Seo a decir.

-No le estoy haciendo nada, simplemente lo invite a pasar, ¿verdad Hannie?

JiSung no sabía que responder, sí, había sido muy valiente las dos veces que hablaron, pero ¡por la mierda eran mensajes! Hannie no era valiente en persona.

-MinHo, suelta a JiSung. - pidió Felix respirando con tranquilidad fingida. - ¡suéltalo, Lee MinHo!

-¡Ay ya! Ni que le fuese a pegar el Sida o algo así, Señor Ceo.

Lo liberó y JiSung no supo que hacer ahora, ¿si iba? ¿Se quedaba? ¿Le pegaba al mayor por jalonearlo? ¿Lloraba? ¿Corría con Felix? JiSung estaba en un gran debate ahora mismo y de no ser por Binnie, como él le decía, se hubiese desmayado de tanto pensar.

-Tranquilo, JiSung, este tarado sólo está jugando contigo.

-¡¿Cómo te atreves a decir eso de mí?! - exagero MinHo tocándose el pecho fingiendo dolor. - yo jamás jugaría con alguien tan hermoso como Hannie.

¡Ay por la mierda! Pensó JiSung.
Pues sus mejillas se habían comenzado a sonrojar, al igual que sus orejas y su cuello. Muchos nervios y ganas de salir corriendo lo atacaron. Quería decir algo para defenderse, pero su boca parecía sellada.

-¡Ya MinHo! - chillo Felix levantándose de su lugar y acercándose al menor - déjalo tranquilo o te va a pasar lo que ayer.

-Además, das pena ajena cuando dices esas cosas. - apoyo ChangBin haciendo una mueca de asco

-¡Es la verdad! ¿Qué acaso no ven lo precioso que es JiSung? Cuando debute muchas personas van a amarlo por su carita de Ardilla, ¿no lo crees Hannie?

-¡Oye no te vayas, JiSung!

Así es, JiSung había salido corriendo de aquella sala de práctica después de que MinHo dijera aquello como si nada y Felix no dudo el golpear a su hermano menor antes de ir tras JiSung, mientras que ChangBin se ahogaba de la risa por la escena.

-¡Ni siquiera dije algo malo! - dijo mientras se tallaba el lugar donde su hermano le había pegado.