morning kissesluego de una larga noche, en la que sus cuerpos habrían danzado al ritmo de sus húmedos sentimientos, minhyuk y jooheon descansaban, cubiertos únicamente por la sábana blanca que habría estado presente en dicho acto.
mientras aquella madrugada jooheon aún descansaba, minhyuk observaba su respiración, acariciando su pecho con su delicada mano, mientras este subía y bajaba.
cada vez que dormían juntos, minhyuk era el primero en despertar, no porque no pudiera conciliar el sueño por completo, en realidad adoraba dedicar su mañana a quién se encontraba a su lado, observando cada pequeño detalle de su persona, para guardarlos como tesoros en su memoria.
— ¿te gusta lo que ves? – su voz ronca se había hecho presente en la silenciosa habitación, minhyuk sin darse cuenta antes de que jooheon había despertado, ya que se encontraba absorto en sus profundos hoyuelos sin salida.
rió suavemente y besó su nariz.
— me fascina.– jooheon sonrió por su respuesta y se dirigió a sus esponjosos labios, tomando suavemente su nuca para acercarlo a sí mismo, y así poder besarlo con más profundidad.
la mañana era lo que más le gustaba compartir al rubio junto a jooheon, aquella le regalaba la tranquila expresión de su compañero mientras descansaba, y su grave voz al despertar, haciendo que las mariposas en su estómago comenzaran un desastre allí dentro.
el menor se subió encima del contrario, sin aguantar un segundo estar un poco lejos de él, provocando que sus cuerpos se juntaran íntimamente, donde la respiración de ambos se volvería más lenta y desastrosa, soltando pequeños sonidos que convertirían aquella fría mañana, en una de verano.
jooheon recorría, con una de sus curiosas manos, cada centímetro de la suave piel que le entregaba minhyuk, como un ciego leyendo en braille su libro favorito.
los delgados dedos de minhyuk se deslizaban por el cuello de quién se encontraba encima suyo, buscando entrar en su cabellera para acariciar aquella sensible zona.
la respiración de ambos se iba cortando de a poco, por lo que separaron sus labios, aún con ganas de más.
jooheon, fascinado, observaba fijamente aquellos orbes que le regalaba quién se encontraba acariciando su cabello, con una pequeña sonrisa plasmada en su, aún, dormida cara.
minhyuk cerró los ojos lentamente, como si quisiera descansar su vista.
— te amo.– su voz era suave, como si no quisiera llegar a respirar.
— lo sé, cariño.
rió sin mostrar sus perlas, esperando aquella respuesta.
jooheon siempre le respondía de la misma manera, lo que no le molestaba en absoluto, ya que sabía que luego continuaría.
— yo también te amo.
abrió sus ojos lentamente, con un brillo particular, como si hubiera dicho algo sorprendentemente mágico, como si hubiera sido la primera vez que se lo decía.
enrolló ambos brazos en el cuello de quién había hablado, acercando sus labios nuevamente.
— quiero ser tuyo.– confesó, mirándole a sus ojos, con aquel tono de voz que parecía que no quisiera interrumpir nada, aún si no había algo que romper.
— cielo, no puedes ser mío.– respondió.— ya tienes dueño.
frunció su ceño un poco, no entendía lo que quería decir, quizás no era lo que estaba pensando, creyendo que probablemente jooheon tenía otra idea.
— eres tú.– prosiguió, acariciando su mejilla.— no puedo robarte a ti mismo, amor.
rió, ya que había entendido pronto de lo que hablaba.
— bobo.– ronroneó bajo la suave mano que tocaba su cara, besando el dorso de ella.— entiendo, sé que pertenezco a mí mismo, y tú perteneces a ti mismo.
el respeto entre ellos era valioso, cada uno tenía la claridad de que no era dueño de la vida de su pareja, siendo capaz de entender que cada uno tenía su propio espacio, y aquello no les molestaba en absoluto.
— pero quiero ser tuyo.– suavemente, apretó sus propios brazos sobre su cuello, para que jooheon le tomara aún más atención.— quiero que me tomes por completo, quiero pertenecerte, quiero que me ames y nunca me sueltes.
— lo haré si eso quieres.— aceptó, mordisqueando con sus dientes la pequeña nariz de su compañero, provocándole una pequeña carcajada.— te amo, y jamás te soltaré.
sus labios separados, habrían comenzado a besarse nuevamente luego de tanto esperar por hacerlo, dada la empalagosa conversación que estaban teniendo.
jooheon tenía tantas cosas por decirle a minhyuk, sentía que jamás podría parar de hablar si se trataba de demostrar los sentimientos que tenía por él.
— eres la persona más hermosa del planeta, minhyuk.– separó sus labios y sintió como si debía decir aquello, simplemente porque sí.
— ¿eres un poeta? – se burló, tocando con su índice suavemente la margarita de su mejilla derecha.— ellos escriben sobre cosas que les parecen lo más increíble, aunque sea una simple flor, ¿eres ese tipo de persona?
— quizás.– sonrió dulcemente, le gustaba jugar a decir tonterías junto a minhyuk.— escribo poesía cada vez que te veo sonreír, cada vez que tocas mis hoyuelos, cuando tu cuerpo busca el mío.– pausó, dudando un segundo aquello que diría.— e incluso, cuando gimes para mí.
minhyuk rápidamente soltó el cuello de jooheon, tapando con sus manos su boca a la vez que abría sus ojos a más no poder, avergonzado de aquella última frase.
— ¡jooheon! – con el intento de elevar la voz, se ahogó y comenzó a reír fuertemente, contagiando de alegría a su compañero.
apartó con suavidad las manos de la cara de su avergonzada pareja, repartiendo por cada centímetro de ella pequeños besos, que terminarían en carcajadas y besos apasionados, en gemidos y lentas estocadas.