sexuality
lee minhyuk lucía sospechoso, era demasiado puro para ser verdad.
no sólo era bonito físicamente, era tierno y amable, hablaba con inocencia y era respetuoso, sonreía la mayor parte del tiempo y le gustaba hacer feliz a la gente sin nada a cambio.
pero nadie sabía que a lee minhyuk le encantaba follar como perra.
si era posible, tendría tres penes dentro suyo al mismo tiempo.
asistía a fiestas que buscaba por redes sociales, de las que se enteraba a último momento y en las que no conocía a absolutamente a nadie, para follar con desconocidos que luego, tal como se conocían, le desconocían.
no iba casi a las fiestas de universidad, no quería arruinar aquella bonita imagen que había plasmado en sus compañeros por un capricho que debía cumplir cuando se le ocurría.
recorría hace ya unos cuántos minutos una larga calle, de aquellas en el barrio donde las personas adquirían cinco autos y tenían dos piscinas en su patio, pero no encontraba nada, ni pequeñas luces, y ya se estaba aburriendo.
se sentó unos minutos en la orilla del callejón y comenzó a revisar su móvil, buscando algo interesante en qué entretenerse mientras esperaba a que algo milagroso ocurriera luego en aquel millonario barrio, del que estaba seguro que nunca faltaba una fiesta.
sin saber ni qué pensar, se preguntaba si alguna vez alguien de su universidad habría hablado a sus espaldas de lo caliente que era, si alguna vez alguien se habría masturbado pensando en él, si alguien alguna vez habrá pensado en como será chupando una polla, entre otras cosas que a minhyuk no le daban un poco de vergüenza.
porque todos sabían que a lee minhyuk también le gustaban las chicas, pero pensaban que era más gay.
puede que sí.
existía im changkyun, su crush desde primer año de universidad y a quién había besado más de un par de veces, hasta que meses después, changkyun habría encontrado novia.
puede que sí, era un poco más gay, porque im changkyun aún tenía su corazón.
de repente, sus pensamientos fueron interrumpidos por un auto que pasó delante suyo con música lejos de estar a un volumen moderado, llamando su atención.
su mirada plasmada en aquel, le terminó por dar a una gran casa, que poco a poco comenzaba a dar la vida que tanto buscaba aquella noche minhyuk.
se levantó de la acera, acomodó su felpuda y costosa cartera en su hombro, y sacudió cualquier rastro de suciedad que habría dejado el cemento en su falda, para así comenzar a caminar hacia su nuevo destino.
nada le ponía nervioso, ni la gente que se encontraría, ni cómo le mirarían, ni robar lo poco de alcohol que personas que no conocía dejaban en los vasos por ahí.
excepto una cosa.
que pidieran su identificación en la puerta.
esta no era una casa, era una mansión, y quién quiera que fuera el dueño, había puesto, no uno, sino dos guardias en la entrada a su diversión.
no pudo parar antes, a causa de que llegaba muchísima gente y a pesar de que, por razones obvias no les conocía, alguien podría verle haciendo el ridículo devolviéndose por dónde venía, o siguiendo de largo fuera de la casa, cuando todo lo que sus prendas decían era "voy a una fiesta y nadie me va a parar".
había llegado a la puerta, y no tenía idea cómo.
— su nombre, por favor.- el gran monstruo delante suyo había hablado, y minhyuk no tenía pinta de abrir la boca un poco.
