𝕭𝖑𝖊𝖘𝖘𝖎𝖓𝖌 - ⟨Twilight⟩

Prefacio

«Prefacio»

Las gotas de la lluvia resonaban con fuerza por todo el callejón, llenando de agua cada tubería o cañería de las cloacas mientras una joven mujer Jadeaba, corriendo lejos del peligro o de su depredador quién corría tras ella como león tras su presa.

Los llantos de un bebé asustado y desesperado por sentir a su progenitora en un acto de terror que afectaba a la criatura, sin poder evitarlo desenfreno su miedo hasta hacerlo llorar, mientras la mujer hundida en desesperación y en llantos por intentar salvarse, después de ver como si esposo fue atacado por una criatura frente a sus ojos intentando salvar a su familia, no era una criatura deformada, era una persona, como un humano, un humano que puede drenar la sangre.

— ¡Ayuda por favor! ¡Que alguien me ayude! — Los gritos de ayuda y desesperación de la mujer eran en vano, no podía más, sus piernas ya empezaban a doler quién sabe cuánto tiempo intentando correr y esconderse, por mientras el monstruo.

Fácilmente pudo haberla atrapado, pero quería solo jugar con ella, con su mente antes de atacarla y devorarla, inconsciente lo que llevaba en brazos esa joven humana. Mirando a todos lados, se dió cuenta que ya no había salida, no había un lugar que les aseguraría que saldrían vivas y salvas de esto, pero ella misma supo enseguida que era cuestión de tiempo en cuanto observó un contenedor de basura. Otro sollozo fuerte resonó de su pecho hasta su boca mientras caminaba a pasos temblorosos y doloroso hacia ese contenedor, observando a su pequeña criatura, a su único tesoro. Era muy pequeña para morir de esta manera, teniendo mucha vida delante de sus ojos.

— Te amo. Te amo — La mujer repitió aquellas palabras mientras besaba los sienes de su bebé buscando calmarla, sacando lo único que quedaba de su abrigo, para mantenerla seca y cálida a pesar que ya estaban húmedas y sabiendo que era un intento inútil. Logró encontrar calmarla, al menos, un poco. Abrió el contenedor de basura logrando encontrar un hueco o espacio. — De verdad lo lamento, te amo muchísimo.

Con los brazos temblorosos, depositó a su pequeña dentro del contenedor, entre unas bolsas de plástico y barras de maderas, suavemente cerró la tapa del contenedor y huyó lejos antes de estallar entre lágrimas, adentrándose a un callejón antes de oír sus gritos adoloridos y unos rugidos.

🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸

El callejón estaba desolado completamente, frío, oscuro y vacío. Pero lo único que podía oírse eran los llantos de un bebé, que no fueron pasados desapercibidos por una pareja de ojos dorados.

— Emmett.... ¿Escuchas eso?

Ambas parejas se miraron a los ojos, se dirigieron hacia el callejón extrañados. Buscando si hay un posible herido pero no vieron nada, pero si escucharon, observando con curiosidad bañados en sus ojos. El joven de cuerpo corpulento, alto y robusto, ojos dorados, piel pálida lechosa y cabello negro como la noche se acercó hacia el contenedor abriendo la tapa para encontrarse a una bebé bañada de lágrimas, cubierta de mantos ya húmedos y apestoso por la basura.

La rubia quien la acompañaba, soltó un alarido de terror y sorpresa para rápidamente acercarse asustada tomando a la criatura entre sus brazos, apresándola entre sus brazos, en cuanto la tuvo entre sus brazos; Los llantos pararon enseguida.