¿Te distraigo?

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(Perspectiva Emmett)

-¿Qué tal las primeras horas de clase?- me preguntó acercándose a mí.

-Bastante aburridas- dije- ¿las tuyas?

-Pues la verdad es que interesantes, sobre todo la segunda hora- dijo- he conocido a tu hermano Jasper, compartimos pupitre, es muy agradable.

-¿Estas segura de que te refieres a mi hermano? - pregunté sorprendido.

-Rubio, mirada leonina, pálido, con un bonito acento sureño y al principio parecía estar un poco tenso- le describió con detalle- oh y se me olvidaba mencionar que es un apasionado de la historia.

-Pues sí, eso suena algo más a mi hermano- dije agradecido con Jasper por ser amable con ella.

Era el que menos control tenía de la familia, pero había mejorado mucho lo últimos años y al parecer puede mantener una conversación tranquila y agradable con Rebeca. En ese momento entró el profesor y Rebeca se acercó a él para entregarle el parte de asistencia y que el hombre le diese el libro de la asignatura y el plan de estudios. No la hizo presentarse frente a la clase así que enseguida volvió para sentarse a mi lado.

-Ya he leído alguno de estos libros- dijo una vez se sentó- ¿Tú ya has leído alguno?

-La mayoría- respondí- en Alaska estábamos en un curso avanzado.

-Eso es genial, te ahorraras mucho tiempo- dijo- creo que tendré que ir a una librería pronto para comprar los ejemplares que no tengo.

-puedo prestarte los míos si quieres- ofrecí- creo que en casa hay al menos un ejemplar de cada uno de esa lista.

-Pues me gustaría - dijo sonriéndome- aunque tú también los necesitas y no quisiera acapararlos.

-No te preocupes por eso, si los necesito te lo diré- dije.

-¿Sabes que eres un sol?- dijo sonriéndome y dejándome atontado- y aunque se que a la mayoría de los chicos no les gusta escuchar esto, eres muy tierno.

-¿Tierno?- pregunté divertido.

-Sí, tierno, a pesar de tus casi dos metros de alto y no me atrevo ni a adivinar el ancho- dijo estirando sus brazos simulando abarcar lo ancho de mi cuerpo- tienes una sonrisa muy tierna, me gusta.

-Vaya gracias- dije sin poder evitar sonreír- a mí también me gusta tu sonrisa.

-Gracias- dijo sonrojándose ligeramente.

La clase comenzó y no pudimos hablar mucho más, pero simplemente el estar junto a ella me gustaba, me hacía sentir bien y he de admitir que en un par de ocasiones me detuve a contemplar sus labios, se veían tan apetitosos, suaves y atrayentes, que quise saber si eran tan suaves como parecían.

-¿Sabes una cosa?- dijo en un susurró mirándome divertida- si haces una foto durará más.

-Lo siento, pero no puedo evitarlo- dije divertido- entre mirar al profesor y mirarte a ti, prefiero lo segundo con diferencia.

-Señor Cullen- dijo cubriendo ligeramente su cara con las manos- va a hacer que me sonroje.

-Solo digo lo que pienso- dije disfrutando de su reacción.

-Vale, lo entiendo- dijo mirándome de reojo- pero ¿podrías tratar de no distraerme mucho?

-¿Te distraigo?- pregunté.

-Lo haces y mucho- dijo – va a ser un problema sentarme a tu lado si sigues poniéndome nerviosa.

-Me gusta escuchar eso- dije sin poder ocultar la sonrisa- pero por tu bien académico dejaré de molestarte.

Siempre juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora