Capítulo tres

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Pasear

_💫_

Peter estaba sentando en modo canastita, arriba de un pequeño mantel que cubría parte del césped, admirando lo que más adora de su pradera; las plantas y las flores.

Mientras las miraba detalladamente, pensaba en muchas cosas. Demasiadas cosas.

May apareció por detrás, saludó a su hijo y se sentó al lado de este.

-Mamá...- Llamó el castaño con voz suave, sin despegar la vista de aquellas flores.

-¿Si?

-¿Los niños solo se pueden enamorar de las niñas?- Preguntó, levantando la vista y mirando a su madre.

May se quedó un rato en silencio, mirando las flores.- No. También los niños se pueden enamorar de los niños. ¿Porque preguntas eso?- Miró a su hijo, algo confundída.

-Es solo que... ¿Recuerdas el día que me contaste lo que significaba el amor?- May asiente con la cabeza- Bueno, me encariñe mucho con mi amigo de la escuela real, ¿Eso significa que estoy enamorado de el?- Preguntó, con su tono de voz dulce, y demasiada inocencia.

May suspiró.

-Peter, cariño, aún eres pequeño para creer que estas enamorado de alguien. Además, te encariñaste con tu amigo. Encariñarse y enamorarse son dos cosas diferentes.- Aclaró la castaña. Peter asiente.

-¿Algún día me enamórare de alguien?

-Algún día, Peter, algún día.

_💫_

Peter había accedido a recorrer parte del pueblo con Wade, y por más que fuera un desconocido que apenas conoció hace una hora; por alguna extraña razón le tenía bastante confianza.

Recorrieron valles, campos, le enseñó algunos buenos lugares para comprar alimentos, saludaron a gente que Wade conocía, le enseñó dónde quedaba el camino para la herrería, algunas torres de vigilancia, casi todo el pueblo. Y digo casi porque aún faltaba una última parte para enseñar.

-¿Dónde vamos?- Preguntó curioso el príncipe, siguiéndole paso a la persona rubia que tenía en frente.

-Tu solo sígueme.- Ordenó, Peter solo hizo caso.

Luego de caminar por un largo rato, llegaron a una especie de colina la cual al subirte arriba; tenía una hermosa vista al mar. En la colina habían varias flores de muchos colores, solo había un árbol que daba poca sombra, y el viento allí arriba era más fresco.

-Este es uno de mis lugares favoritos del pueblo. Vengo aquí para relajarme y quitar todo mi estrés del trabajo.- Wilson suspiró y se tiró en el césped, apoyándose en el árbol.- ¿No es hermosa la vista?

-Si.. Lo es..- Murmuró Peter, sentándose con lentitud al lado del rubio, sin despegar la vista al mar.

Ambos de quedaron en un silencio cómodo, disfrutando la belleza que tenían ante sus ojos.

•No, i'm a prince | Spideypool os•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora