CAPÍTULO 4: LA FOTO.

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Sara, preocupada, está tumbada en la cama. Estuvo pensando en la foto durante toda la noche así que no había dormido nada. El despertador empezó a sonar, pero ella lo paró y no hizo caso. No sabía si ir al instituto. Decidió que no podía perder clase y se levantó para prepararse. Puso un poco de música y se metió en la ducha. Comenzó a lavarse, pero de repente empezó a cortarse la música. Le estaban llegando tantos mensajes que ni siquiera se entendía una frase de la canción que estaba escuchando. Salió de la ducha para poner el móvil en silencio y vio algo que le pareció extraño. Un número oculto. Empezó a preguntarle quién pero no hubo respuesta. No se dio por vencida. Incluso tras ver que le había bloqueado, siguió escribiendo. Estaba nerviosa, no se lo podía creer.

Apagó el móvil y lo enchufó para cargarlo

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Apagó el móvil y lo enchufó para cargarlo. Puso un disco de Taylor Swift desde su reproductor de música. Abrumada, volvió a la ducha para calmarse y acabar de arreglarse. Mientras se estaba duchando pensó en muchas cosas, pero al final se dispuso a arreglarse para ir a clase.

Bajó a la cocina dudando de si iba a desayunar. No tenía mucha hambre, pero decidió llevarse algo para más tarde. Su madre, preocupada, le pregunto que le pasaba, que por qué no comía. Sara respondió que nada ocurría, que simplemente no tenía apetito. Cogió sus cosas y salió de casa.

Cuando llegó al Instituto, todos la miraban, hablaban sobre ella, susurraban y se reían. Ella no hacía caso.

Llegó a su mesa y sacó las cosas. Tenía clase de literatura. Una de las clases que menos le gustaba, pero ella decidió disfrutarla igual y aprovechar para evadirse de todo el escándalo. Tras leer unas cuantas referencias a libros que ella ni conocía tocó el timbre y todos regresaron a los cuchicheos y las bromas. Sara ni se inmutaba. Por supuesto que le molestaba y que estaba triste pero no quería ser una víctima si no una heroína y una valiente.

Mientras tanto, Erick, el nuevo amigo de Sara, preocupado por la foto que se había publicado empezó a buscarla por todas partes. Tampoco tenía muchas ganas, pues Carlos, quien a él le gustaba, tenía novia. Verlo con ella todos los días le estaba rompiendo el corazón. A pesar de su tristeza siguió buscando a su amiga hasta que la encontró y le preguntó que cómo estaba. Se sorprendió, ya que Sara no parecía para nada afectada.

Juntos decidieron ir a buscar a Pablo, para hablar sobre lo ocurrido y pensar en una solución rápida a este problema tan grave. No sabían cómo arreglarlo, y es que no conocían si el número de la persona de los mensajes era el de alguien que ellos supieran quién era.

En su búsqueda encontraron a Íker e a Iván, apoyados en el marco de una ventana, junto a Carlos y Marcelo, quienes estaban haciendo los deberes de la clase que estaban por comenzar. Marcelo e Íker ya no se hablaban pero Carlos siempre fue muy amigo de todos.
Los dos amigos preguntaron:

- ¿Habéis visto a pablo? - preguntó Sara.
- No lo sabemos. Respondió Íker.
Mientras se estaban yendo Carlos llamó a Erick y le comentó que pablo podría estar en el aula de música, ya que siempre llevaba a sus líos ahí, no hay ruido y se podía pensar. Erick asustado por escuchar líos decidió ponerle una escusa a Sara para ir él sólo, y así evitar que Sara se deprimiese más por unos cuernos.

- Oye Sara, tengo que ir a clase, tengo que preguntarle algo al profesor antes de que empiece.
- Vale tranquilo, yo seguiré buscando.

Sara, aún inquieta, se quedó hablando con Carlos, mientras que Erick fue lo más rápido posible hacia el aula de música.

Esperando que Pablo no estuviese liándose con otra, abrió la puerta. A primera vista solo se veía un piano en el medio de la clase. Pero a medida que Erick empezó a buscar, iban apareciendo prendas en el suelo. Una camiseta al lado de la batería, una blusa encima de los tambores. Hasta que llegó al cuartito en el que se guardaban las flautas y abrió un poquito la puerta. Ahí estaban. Pablo y Laura, la tan buena novia de Carlos a la cual Erick odiaba a muerte. Confundido, cerró de nuevo la puerta lentamente y se marchó a clase. No quería que Carlos estuviese con alguien así, pero tampoco quería que su amiga acabase destrozada.

Al mismo tiempo que esto sucedía Sara había decidido dejar de buscar para hablar un rato con Carlos. Era increíble lo poco que le importaba lo de la foto. No sacaba el tema y eso a Sara le hacía sentirse cómoda y en confianza. Tras otras dos largas horas de clase, Sara salió al recreo con intención de, ahora sí, encontrar a Pablo. Salió y se encontró a Erick preocupado sentado en un banco. Y le pregunto que qué era lo que le pasaba. Erick seguía pensando en si contarlo o no. Sara era su amiga, y le iba a romper el corazón. Pero él amaba a Carlos, y no podía dejarlo así, sin que él supiera nada.

Sara seguía insistiendo. Quería saber si Erick estaba bien. Pero él, asustado por lo que pudiera pasar dijo que no le ocurría nada. Así podría pensar en que decir.

Ya cerrado el tema se pusieron a buscar a Pablo, pero mientras, Erick no dejó ni un momento en pensar en todo lo sucedido. Debía exponer a Pablo. Carlos era su amigo y no se merecía eso.

AMOR TARDÍOWhere stories live. Discover now