Capítulo 24: Egoísta

15 1 0
                                    

Rápidamente saco el vestido de la caja y me quedo con la boca abierta, el vestido era de una tela muy fina, seda para ser exacta, no puedo creer lo que mis ojos están presenciando. Es la primera vez que recibo un regalo que tenga más de un cero en su etiqueta y en realidad no se como sentirme al respecto hay un caos dentro de mi estómago, tal vez sean mariposas o un millón de petardos estallando contra la pared de mi barriga y esas mismas sensaciones no me dejan pensar con claridad, trato de contener mi emociones pero me es imposible controlar lo que siento.

Lentamente camino con el vestido sobre mis brazos sosteniendolo delicadamente no vaya a ser que por accidente le haga un agujero enorme, no y no, me acerco hacia el espejo mas cercano de la habitación y me mido el vestido por encima de la ropa, hasta el color resalta con mi color de piel.

-Pero que hago? Estará bien aceptarlo? Y si luego creen que soy una interesada? -discuto con mi reflejo afligida.

Son tantas preguntas en mi pequeño cerebro que no tengo palabras positivas para este detalle ni si quiera para poder apreciar la calidad del vestido y ni que se diga de la marca, es demasiado. Mi cerebro ha explotado con tanta información que no me había percatado de la presencia de una somnolienta Lucía a mi lado con una cara que expresa entre confusión y sorpresa.

-¿Qué-es-esto? -pregunta pasmada sosteniendo el vestido- ¿Con quién te estas acostando?

-Lu, por qué dices eso? -la regaño soltando una pequeña carcajada sorprendida por sus palabras.

-Lo siento pero debes explicarme que significa el vestido, por que no creo que te lo hayas podido comprar con tu propio dinero. -parlotea caminando de un lado a otro.

-Como me ofendes niña.

-¿Lo compraste? Supongo que lo pagarás como mínimo hasta que mueras, ¿¡es eso!? -grita eufórica.

-No es eso, es complicado bueno... -trato de explicar pero Lucia es mucho mas rápida procesando información que en menos de un segundo la veo encima de mi cama sosteniendo la nota que escribió Ross. -será mejor que no leas eso.

-¿O si no que? -me desafía con la mirada girando la carta entre sus dedos.

Trato de alcanzarla y arrebatarle la carta de las manos, pero es demasiado tarde, Lucía termina de leer el pedazo de cartón con un gesto juguetón e intercambia miradas conmigo y luego dice.

-Woah creo que eso fue muy caliente.

-Lucía. -se me escapa una pequeña risa. -Te he dicho que dejes de leer esas novelas eroticas.

-Pero no me puedes negar que es verdad. -se sienta en el borde de la cama suspirando. Me acerco a ella y al fin le quito la tarjeta.

-Hoy saldré a cenar con Ross. -explico- ¿recuerdas? Gold place? -ella asiente con la cabeza rápidamente.

Los ojos de Lucía parecian a punto de salirse de su cara. -¿Ross te mandó este vestido? Es una cita? No puedo creerlo, ese hombre no puede ser más perfecto.

-No aceptaré el vestido, así que no te ilusiones. -respondo rápidamente.

- _____! ¡¿Acaso estás loca?!

-No, estoy más cuerda que nunca. -me levanto y guardo el vestido en la caja- No quiero que piense que me intereso por su dinero.

-¿Te preocupa lo que piense él o los demás? Por qué desde el principio Ross sabe que no es así.

-¿Y tu como sabes que eso es verdad? No lo estás experimentando.

-No necesito ese tipo de experiencia para saberlo, deja de cegarte tanto en lo que piensan los demás por que dejame decirte estas siendo muy egoísta, pero lo peor de todo es que estas siendo egoísta contigo misma deja de pensar en los prejuicios y vela por tu propia felicidad, -Lu se levanta de la cama y se dirije hacia la puerta de salida. -¿sabes lo que a mi me haría feliz? Que por primera vez pienses en ti.

Suspiro con desesperación.
Unos minutos después de que Lu se marchara de la habitación recibo un mensaje.
Agarro el celular y veo un mensaje de ella.

Lu💞

No te preocupes por mi, Allie me invitó al parecer a una fiesta pijamada, invité a Alex espero no te moleste.

___😘

Diviértete, ya sabes nada de
embriagarse ni hacer alguna estupidez.

Lu💞

Touche.

Después de todo Lucía tiene razón ya me había planteado que me iba arriesgar ante el desafío de salir con Ross, y de alguna u otra forma me iba a hacer daño no importa como, pero lo que si quiero es que algún dia cuando sea una anciana deseo recordar esta etapa de mi vida y decirles a mis nietos o a cualquiera que se cruze por delante, que salí con Ross Lynch y esperar a que nadie me crea necesito que esto sea más que otra cualquier experiencia.

Me levanto de la cama y apresuradamente ingreso al baño y me doy una buena ducha, de esas que duran por lo menos veinte a treinta minutos. Trato de echarme una gran cantidad de crema en todo el cuerpo porque vamos no tengo la piel de porcelana ni mucho menos tan suave, hidratantes humectantes Todo tipos de cremas para que mi piel luzca un poco mejor de lo que suele ser. Término de aplicar todo y voy en dirección hacia el regalo que me ha hecho Ross.

Observo, analizo y es bellísimo.

Lo tomo delicadamente y me pongo el vestido, no puedo quedar más satisfecha. Diez minutos más en el tocador y listo.

No espero mas y salgo corriendo hasta mi auto sin embargo un hombre envuelto en un elegante traje me intercepta en el camino.

-Buenas noches señorita, mi nombre es Peter hoy seré su chaperon.

-¿Como dijo?

-El señor Ross Lynch me pidió que la recogiera, sino le molesta.

Suelto una risa nerviosa. -Claro, no hay problema.

Peter mi "chaperon" me guía hacia detrás de mi viejo auto y lo digo así porque el auto que conduce Peter es un millón de años más avanzado que el mío.

-Señorita... -Peter me saca de mi ensimismamiento y lo observo sosteniendo la puerta del auto para que pueda entrar.

Si pudiera hacerlo me casaría con Ross en este instante.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 18, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Recepcionista© [R.S.L] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora