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Fe

En un acto de fe escribiré sobre tu
amor, un 27 de julio con la luz de
aquella única estrella de testigo,
colocando mis sueños, y anhelos en tus
manos, deseando despertar un día y
tocar tu santo manto.

¡qué importan mis sueños! Tu voluntad
es perfecta; mis sentimientos deseo
dejar a un lado e irme tras tus pasos y
seguir tu recto camino.

Tú eres mi amado y yo soy tu templo.

Tus salmos me enseñan que para
siempre es tu misericordia, tus dichos
me enseñan sabiduría y todas tus
palabras son la luz de mi vida.

Eres tú mi inspiración, mi señor y Dios. Jesucristo, eres mi fortaleza; mi alegría,
la luz de mis días y la fiel esperanza de tu voluntad.

Liliana González

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