4: Descubriendo las facetas... ¿Ocultas?

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Pov Lisa

Ayer llovía a torrentes y ahora me jodo de calor ¡Clima desgraciado!

Por suerte el Comikstrore no está ubicado tan lejos, sólo un par de desvíos antes de llegar a mi casa y ¡Voilá! ¡Chachan! O cualquier cosa que indique presentación.

Vamos, tu puedes -me animo, ¡No puedo!

Veo a esos niñatos entrar y salir de la tienda tan fácil como si estuvieran burlándose de mí.

Con valor mire a ambos lado antes de cruzar la calle, mire la puerta del comikstore como si fuese un portal al otro mundo, escucho en mi cabeza pequeñas risitas de burla hacia mi misma ¡¿Por qué parece tan difícil entrar?!

Vamos, sé que puedo entrar sin parecer idiota.

Entro con dificultad y lento, pero la campanilla que choca con la puerta me pone de nervios de punta, no llamé la atención.

¡Ah si lo hice! Un par de chicos se me quedan viendo, es como si fuera un pedazo de carne en una perrera.

Me adelanté rápido al mostrador apoyándome intentando darle la espalda a todos, de reojo vi como super Jen leía una historieta y de a poco giraba la vista hacia a mi, estando a tan solo unos centímetros de distancia entre nuestros brazos.

Ignórame -le susurré sin mirarla, totalmente avergonzada.

Actualmente mis neuronas no hacen contacto y lo único que veo son sus colorines mechones que caen sobre mi vista, como intentando ver a la vendedora de comics y lo que hacía.

Mi corazón empezó a palpitar con exageración al ver que el par de piercings que adornaban su labio inferior, hoy eran un par de color rojo, ¡ah que lindos! Siento mi cara arder y mi estómago un revoltijo de sensaciones impulsivas.

¡Es imposible! -exclamó de repente golpeando el mesón con furia.

¿Qué te pasa? -le pregunté, pero ella siguió leyendo como si nada.

La observó detenidamente, es la primera vez que puedo verla tan cerca y cautelosa.

Sus ojos son naturalmente cafés y tiene una pequeña maña de chuparse el labio, exactamente en su piercing derecho.

En serio, es imposible -dijo riendo

¿Imposible que? -le susurro ¡¿qué le pasa a esta chica?!

Se acercó lento a mi rostro, sin cambiar la dirección de sus ojos ni despegarlos de la revista, como si quisiera decirme un secreto o... ¡¡hacer que me sonroje!!.

Como lo estoy haciendo, me siento psicópata, ¿cómo es posible que esa cosa verde me vuelva loca? Es como cuando pisas un chicle, es insignificante pero sabes que te incomoda.

Bueno no digo que ella sea un chicle, si lo fuera ya la estaría mordiendo ¡espera no! No quise pensar eso ¡argh!.

¿De verdad crees que es fácil? -dijo mirándome a los ojos- No puedo leer porque estás apoyada en el mesón, con la cara totalmente roja, agitada y tardaste seis minutos en ingresar a la tienda ¿crees que es posible que pueda ignorarte?

No sé si es el tono de voz, que esté tan cerca viéndome directamente, que haya tomado el tiempo quizás en lo que demoré en entrar al Comikstore, pero esto que estoy sintiendo no es normal.

¡Ah si! Yo -intenté rápidamente ponerme en la postura correcta- vine a pagarte el cómic -digo metiendo las manos en los múltiples bolsillos de la mochila, siento la cara arder, las piernas me flaquean un poco y esa sensación que no encuentro el dinero se hace eterna.

Mamá, me gusta la vendedora de cómics - Jenlisa [Terminada] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora