Mamá, me gusta la vendedora de cómics - Jenlisa [Terminada] [Adaptación]

8: Debajo de la capa, el antifaz y los poderes, siguen siendo humanos.

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Pov Lisa

Las cuatro paredes a nuestro alrededor son oyentes de aquellos torturadores sollozos que salen incontrolables de mi boca, de mi garganta y quizás de mi pecho, miro la pared del cuarto de Jennie, el mismo que tantas veces desee conocer y ahora se convirtió en la escena de un crimen, ese de haberla detenido de hacerme sentir bien, por devastadores sentimientos que explotaron en mi alma, no tengo idea misma qué hacer ni tengo el valor de voltear siquiera a ver el rostro de quién yo amo.

Súper Jen, quién en una difusa confesión me dijo que le gustaba o al menos sentía algo por mí ¿En algún momento estuvo claro? Digo, sigo sin entender lo que siente.

Me voy…- pronunció en un doloroso susurro, sin pensarlo ni querer hacerlo, por única vez siento que debo estar lejos de Súper Jen. 

Me giró con rápido, casi violenta, agarro la sexta edición de Volcáner que había sido algo aplastada por nosotras al haber...hecho...eso.

Luego pensé, si tengo esa historieta tendré que volver a súper Jen y no quise, volví a dejarla sobre la cama ¡¡¿Por qué me siento tan angustiada?!! 

Espera… ¡Espera no te vayas! -escuche un devastador llamado de Jennie detrás de mí agarrándome la blusa antes de cruzar la puerta.

Suéltame -le digo llorando, tengo esa sensación de dolor que nunca quise asumir.

Por favor Lisa… -pero no, salí casi corriendo de su casa.

Mis ojos no dejan de llorar ¡¡¿Por qué?!! Me duele tanto esta situación, pero ella lo dijo y tengo ese nudo en la garganta de escuchar de sus propias palabras que esa persona era su novio, no sé porque lloro, si lo tenía incluso asumido antes de preguntarle, si está de novia ¿Por qué tuvo que besarme?...

¡No me sigas! ,-le gritó zafándome de sus manos.

Su casa me parece más grande que hace tantas horas, al salir vi el color de la noche tintándose en el cielo.

¡¿Por qué te vas?! Conversemos -dice, al voltearme a la fuerza noto que sigue sin su camiseta.

No quiero hablar -le digo con tanta dificultad.

¿Qué te pasa? -pregunta Jennie con su rostro marcado de las lágrimas- no te enojes por favor, no me dejes sola -me sigue tironeando pero hago caso omiso llegando a la reja de su casa.

No quiero… -le digo quebrando la voz, Jennie está tironeandome, recuerdos desde la convención vienen a mi, recuerdo incluso los celos que sentí al ver tantos hombres fotografiandola con ese tan sexy que traía.

¿Qué cosa? -ya estamos en la calle, al parecer no le molesta en absoluto no traer camiseta, podría disfrutarlo mucho pero solo mi ser racional y lógico me dicen que corra y alejarme de ella ¿Por qué?.

Siento celos, mientras me alejo y ella me sigue por las calles, siento celos y confusión al mismo tiempo de no entender mis propios sentimientos dejándome llevar por mi instinto y yo me pregunto ¡¿Por qué me siento engañada?! Pienso en los besos que Jennie la da a su novio antes de que yo haga mi intromisión al Comikstrore, y son los mismos labios con los cual me sonríe.

Ese chico debe tener la misma sensación de placer que sentí yo al rozarme con esos piercings ¡No lo soporto! No se si estos estúpidos celos son peor que haberla parado en medio antes de que hicieramos el amor ¡¿Qué no es lo que tanto deseo?! sí pero no deseo ser la segunda, odio ¡Creer que soy la segunda!.

¡Roja! ¡Lili! ¡Espera no corras! -Super Jen me grita y siento que mis pies se mueven solos, tampoco tengo claro a donde ir, supongo que a mi casa.