6: Un antifaz por algunas horas

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Pov Lisa

...La furia de Volcáner se volvió inestable, su magma sobrepasó su cuerpo, dando rayo rojo a través de Plasmer, salvando el día una vez más.

Bien hecho Laura -susurro con la historieta entre mis dedos.

Son 6:57 am, en tres minutos la alarma va a sonar, me indicará que tengo que levantarme, asearme, desayunar y partir al centro del conocimiento conocido como establecimiento escolar, o sea un puto colegio… ¡Argh! ¡Que desagrado!.

Con la actitud de mi mamá todo se ha vuelto más molesto, ni siquiera cuando me dirijo al colegio me siento lejos de sus prejuicios, antes parecía fácil ir y venir desde ese lugar hasta mi casa, si tan sólo la tienda de cómics no estuviera en medio del trayecto, no sería problema alguno.

¡O más bien! Si la chica que atiende el Comikstrore no me gustara tanto no sería problema no entiendo estas ganas obsesivas de verla, o porqué últimamente me he vuelto tan sensible, sospecho que es esa clase de sentimiento llamado amor y es el único que puede destruir mi yo racional y lógico.

¡Arriba! -me animo dando un salto de la cama, es hora de seguir adelante.

Me baño, me seco, me visto y ordeno mis cosas con el mismo desánimo de siempre ¡¿Por qué mamá me haces esto?!

Iré a dar los exámenes de ingreso, llegaré un poco tarde -dice Shindong mientras tomamos el desayuno.

Suerte hijo, confío en tí -responde mi mamá y pienso a mis adentros ¡¿Y por qué a mi nunca me dice eso?! Si bien hemos tenido nuestros problemillas madre-hija no es algo para odiarme o si?.

Me voy -me levanto indignada, agarro con violencia mi mochila que se encontraba en el sofá.

Adiós hija - responde pero ignoro cada sonido que sale de su boca.

Empecé a correr, casi, bueno caminar rápido… quiero alejarme de mi casa lo antes posible, detesto sentirme apresada, no soy alguien que sale mucho ni necesitaba la calle, pero de tan sólo saber que tengo la mitad de mi libertad encerrada por las palabras de mi mamá me sacan de quicio.

Llegué al colegio, me senté en el mismo puesto que todas la mañanas, saqué la edición número dos de Volcáner y me pongo a leerla como toda la semana, está bien, me avergonzaba de leer cómics en el colegio por temor a que me vieran hacerlo por muy tonto que pareciese.

Pero estos días me digo, avergonzarse de los cómics es como avergonzarse de Súper Jen y eso es exactamente la mitad de lo que siente mi madre y no voy a permitirle que me pegue sus estúpidos sentimientos.

Por primera vez en todo el año escolar podría decir que quizás todos los años escolares, no puse atención a la clase de biología clase que adoro más que todo en la existencia, tal vez menos que mi obsesión por Jennie.

Puedo jurar saber de memoria cada viñeta de este cómic, no he dejado de leerlo porque internamente me hace sentir a Súper Jen cerca de mí.

Cada vez que recuerdo esa tarde, me duele pensar que prácticamente estuve empujándola de mi casa, por culpa de mi mamá claro, pero es molesto.

Chicos -llama el profesor al frente- el consejo de profesores tiene una reunión extraordinaria -en cualquier situación la palabra "extraordinario" me hubiera resonado a sinónimo de imprevisto, informal o repentino, pero justamente después de leer cómics me suena a "súper genial" - entonces saldrán más temprano -concluyó.

¡¿Eh?! Temprano, miro la hora en mi reloj de pulsera, 11:23am ¿Qué tan temprano?

¿Qué tan temprano? -pregunta un chico de mi salón, diría el nombre pero no lo recuerdo.

Mamá, me gusta la vendedora de cómics - Jenlisa [Terminada] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora