Mi pequeño acosador

Hermosa vida

5 años después...

--- Iré a verte a lo que salga del trabajo, nena...

---Listo, te espero amor. Un beso

---Otro...

Colgué mi teléfono y caminé apresurada hasta mi salón de clases, estuve a punto de llegar atrasada, algo que no había ocurrido en mucho tiempo.

---Bien chicos, saquen sus libros y abranlos en la página 43. Realicen los ejercicios que se encuentran ahí.

Actualmente dictaba clases a jovencitos de penúltimo año de bachillerato, al comienzo me resultó un poco extraño y cansado a decir verdad pero con el tiempo me fui adaptando.

Mi vida en este momento era maravillosa, no podía quejarme al respecto, tenía un novio perfecto y en el trabajo sobresalía entre todos los docentes.

Sonó el timbre anunciando la finalización de la clase.

---Continuamos mañana.

Anuncié al alborotado grupo de estudiantes que corrían hasta la salida.

Tomé mi maletín, guarde mis libros y me dirigí al estacionamiento.

Mientras sintonizaba la radio conducía directo a la casa, cocinará algo rápido ya que me había quedado sin dinero debido a que tuve gastos imprevistos este último mes.

Una vez dentro de la casa me dirigí a la cocina decidida a prepararme unos macarrones.

No pude evitar ver a través de la ventana que se mudaban a la casa de alado.

¿Sería que al fin Franco vendió la casa?

La casa de mi anterior vecino había permanecido vacía hace 5 años aproximadamente, pero al parecer al fin habían logrado venderla. En todo este tiempo solo supe que el y su hijo residían en Estados Unidos.

Me coloqué un abrigo ya que el viento resoplaba muy fuerte y salí de mi casa, sentía un poco de curiosidad de saber quién sería mi nuevo vecino o vecina.

Solo observé a varios sujetos fornidos bajar varios muebles pero entre ellos había una anciana, sonreí pensando que ella sería mi nueva vecina.

Sería maravilloso tener una vecina nueva, alguien con quien platicar.

Iba a acercarme hasta que de repente apareció el carro de mi novio.

--- Te extrañe linda.

Afirmó Charles, mi actual pareja. Llevabamos dos años de relación y todo iba de maravilla, no podía quejarme.

---Y yo a ti. ¿Entramos?

Caminé seguido de Charles y ambos nos adentramos a mi casa.

A media noche me desperté, tenía mucha sed.

Moví lentamente el brazo de mi novio evitando que despertará, me levanté de la cama y salí de la habitación con destino a la cocina.

Tomé un vaso de agua y volví a subir a la habitación pero en el trayecto me detuve a cerrar la ventana, en donde a lo lejos ví la silueta de un hombre en la casa que recién había sido habitada, era extraño porque yo había visto una adorable ancianita ahí.

Volví a la cama y me quedé pensando allí , pensando en quienes serían mis nuevos vecinos, lo único que tenía claro es que al día siguiente debía llevarles un delicioso postre como toda buena vecina lo haría, además siempre acostumbrada a hacer eso con mis nuevos vecinos.