✰ CAPÍTULO 9: Erebor. ✰

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La barcaza de Bardo se detiene en un muelle a las afueras de la ciudad. Bardo se baja y habla con un hombre. Mientras tanto, los enanos y Bilbo están escondidos en los barriles de la barcaza y Nuincaliel permanece bajo el agua.

—¿Qué está haciendo? —pregunta Dwalin en un susurro, Bilbo observa desde un pequeño agujero del barril. —Está hablando con un hombre, está señalando hacia nosotros. —respondió Bilbo tratando de esconderse en el barril. —Se están dando la mano. —añadió al volver a mirar por el agujero. —¿Qué? —dijo Thorin. —Nos está delatando —dijo Dwalin molesto. Todos los enanos en sus barriles individuales escuchan con ansiedad; de repente, se vierten peces muertos en los barriles. Los enanos balbucean de sorpresa. Bardo dirige su barca hacia la puerta de la ciudad; en la cubierta están los 14 barriles llenos de pescado, con un enano o un hobbit adentro también. Bardo patea el barril más cercano a él al escuchar la queja de uno. —Silencio, nos acercamos a la entrada. —comenta Bardo —¡Alto! ¡Inspección de mercancía! Documentos por favor. Ah eres tú Bardo—grito un hombre, lo que hizo detener a Bardo. —Buen día, Percy —dijo Bardo. —¿algo que declarar? —pregunto el hombre llamado Percy. —Nada, solo que estoy muy cansado y quiero ir a casa. —dijo Bardo mientras sacaba de su abrigo lo documentos. —Ya somos dos, Bardo. —respondió Percy mientras revisaba los documentos y les ponía el sello. —Aquí esta, todo en orden. —dijo Percy a punto de darle los documentos a Bardo hasta que un hombre feo y malhumorado se los quita. —No tan de prisa. Cargamento de barriles vacíos y vienen de reino del bosque. —dio el hombre leyendo el documento. —Solo que no están vacíos. — dijo el hombre mientras lanza los papeles de Bardo al viento y se acerca a él, con algunos de los soldados de la Ciudad del Lago detrás de él. —¿O si Bardo? Si recuerdo correctamente solo tienes permiso de barquero, no de pescador ¿verdad? —dice el hombre con arrogancia. Mientras el hombre dice eso, toma uno de los peces de un barril y se lo muestra a Bardo. No ve los ojos de Bombur mirando hacia arriba desde el espacio donde había estado el pez. —Eso no te incumbe. —responde Bardo. —Error, le incumbe al Gobernador y por eso a mí también. —añadió el hombre. —Ay ya basta Alfrid, ten piedad. Mueren de hambre aquí. —dijo Bardo razonando. —Este pescando es ilegal. —dijo Alfrid arrojando el pescado al agua, Nuincaliel lo vio cae y saco su arma, pero sin salir aun del agua. —Vacía los barriles por un costado. —ordeno Alfrid a los guardias. —Ya oyeron, todos al canal. —respondió uno de los guardias, subieron a la barcaza y fueron acercando los barriles a la orilla. —La gente tiene dificultades. Son tiempos difíciles, la comida escasea. —hablaba Bardo para pagar tiempo. —Ese no es mi problema. —respondió Alfrid. —Y cuando sepan que el gobernador arrojo pescado devuelta al lago y una revuelta inicie ¿Será tu problema entonces? —menciono Bardo seguro de sus palabras lo que hizo asustar a Alfrid, se miraron intensamente durante unos segundos, luego finalmente Alfrid levanta la mano hacia los soldados. —¡Alto! —ordena lo que hace detener a los soldados. —Siempre el héroe del pueblo ¿verdad? El protector de la comunidad, tal vez te apoyen ahora barquero, pero no durara. —dijo Alfrid amenazándolo hasta irse de ahí. —¡Alcen la reja! —grito Percy, lo que los hombres obedecieron y Bardo continuo su camino. —El gobernador ya te tiene en la mira, harías bien en recordarlo. Sabemos dónde vives. —dijo Alfrid regresando para intimidar a Bardo. —Es pequeña la cuidad, todos saben dónde viven todos. —respondió Bardo sin darle mucha importancia a las amenazas.

Bardo continua su camino y a su vista esta toda la Ciudad del Lago, una ciudad construida en medio del lago, y parece bastante pobre y destartalada. Hay muchos canales de agua por todo el pueblo, por los que flotan varios barcos. Bardo posa su barcaza por el canal principal. Alfrid está en el dormitorio del Gobernador, y el Gobernador acababa de despertarse y está de pie en camisón. Alfrid informe sobre rumores en la ciudad sobre un complot para derrocarlo e insinúa que el líder es Bardo lo que aumenta el desprecio que tiene el Gobernador por Bardo. Mientras tanto, Bardo atraca su barcaza. Después de mirar a su alrededor, derriba uno de los barriles y un enano cae junto con un montón de peces. Bardo sigue derribando barriles. Alcanza el barril de Dwalin, pero Dwalin asoma la cabeza a través del pescado.

The Star of Middle Earth - The HobbitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora