En las gradas del instituto se encontraba un muy alterado Aries. La razón, un chico había hecho un comentario acerca de los ojos rojos de Aries.
-¿Que has dicho del color de mis ojos, imbecil? Te voy a partir la cara- Aries de subió las mangas de la sudadera, se acercó al chico más bajo y lo estampo hacia la pared.
-D-déjame, no era mi intención ofenderte- soltó casi con un susurro el chico.
Aries cada vez estaba presionando más fuerte el agarre en su cuello y este no podía contra la fuerza del más alto.
-¿De verdad piensas que me crea esa historia de "No era mi intención"?- Aries cada vez apretaba más fuertemente mientras lo fulminaba.
-L-lo siento- el más bajo tenía el rostro completamente rojo debido a la falta de aire, cada vez se le hacía más difícil pronunciar unas pocas palabras.
Unos pasos se escucharon acercarse desde el otro lado de las gradas, debido que ya hacía un buen rato desde que comenzaron las clases.
-Suéltalo, ya- soltó con fuerza Libra.
Y sin saber cómo o porque, Aries lo soltó de inmediato-
El más bajo salió corriendo al instante casi tropezando con sus pies al ver que por fin el más alto había soltado de su agarre.
Aries entró en un pequeño trance de confusión y rabia mientras observaba sus manos. ¿Porqué lo había obedecido? ¿Cómo era eso posible? El nunca había obedecido a nadie, al contrario todos lo obedecían a él.
-¿Qué me has hecho?- pregunto Aries con rabia.
Libra empezó a reír de la situación, le resultaba cómica.
-Nada, solo te he dicho que lo soltaras- Libra observaba al más bajo con una sonrisa indescifrable- Aunque no creas que te vas a librar del castigo tan fácilmente.
-No pienso cumplir ningún castigo, el se lo merecía- mustio Aries.
Este se encontraba cada vez más furioso, quería irse de aquel lugar de inmediato y dejar de escuchar al estúpido que tenía enfrente, pero por alguna extraña razón le gustaba la presencia de el.
Sus sentimientos en ese momento eran muy contradictorios.
-No creó el subdirector este muy descuerdo contigo. Te recuerdo que actualmente soy tu "tutor" por lo cual tengo la autoridad de decidir cuándo mereces un castigo o no- Libra le dedico una mirada de suficiencia.
-Me importa un bledo que seas mi "tutor"- Aries fulminó por último vez al más alto y empezó a alejarse, tenía la intención de saltar la valla del instituto y esperar ahí hasta que sus amigos salieran.
Una fuerte carcajada resonó en el patio y antes de que pudiera girarse y propinarle un golpe a Libra fue detenido.
De un momento a otro, su rostro se encontraba cara al muro. El más alto retenía las manos del más bajo cruzadas de espaldas.
Aries se quedó petrificado en su lugar, era imposible que Libra tuviera tanta fuerza, nunca antes habían podido con el, mucho menos estamparlo contra la pared.
Intento darse la vuelta y encarar a Libra pero no podía, el era más fuerte.
¿Desde cuando la cara bonita tenía esa fuerza?
Libra presionó aún más cerca su cuerpo contra el de Aries.
-No me subestimes, recuerda que las apariencias engañan. No sabes quien soy en realidad- susurró con una media sonrisa en la oreja de Aries, antes de darle un corto beso en el cuello y soltarlo por completo.
