15. Secuestro

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Las vacaciones habían empezado y es algo que agradecí, no tenía, ni tengo cabeza para las clases. Bueno, siendo sincera, para el tormento de cosas que estaban sucediendome no iba a agregar a la lista el instituto, dalo por descartado porque no volveré ahí. En resumen, no podía lidiar con eso mucho menos, para lo que sigue mañana. Es mi cumpleaños. Todos están muy contentos, ¿y yo? Me da igual la verdad, ya lo dije. No lo quiero celebrar.

Le dije a ella que dejara los planes que no quería nada, ella solo dijo. "No seas aguafiestas, Samantha. Quieras o no, mañana tendrás una pequeña fiesta" Refuté, le grité y hasta me espere despierta que mi padre llegará para decirle que detuviera ésto, y nunca apareció. Quería mandar todo a la mierda y que me dejarán en paz.

Unas ganas de gritar, romper todo, destruir, demoler y quemar me inundaron, no sé de dónde salieron, pero fueron tan fuertes que las detuve, y me mareé. Casi me caigo pero me senté en la cama.

Estoy empezando a preocuparme, estoy teniendo cambios y situaciones extrañas, y lo peor que no tengo con quien comentarlas. También influye el hecho, que mi medicina se acabó. Olvide comprarla y según la farmacia no hay.

Esto, también me preocupa, tal vez por ello me comportó así. De igual forma no lo sé. Todo es demasiado extraño, no tengo hambre, últimamente odio a todos, tengo el genio de un perro.

Y sin querer en un ataque de rabia, ahorque el gato de la sra Mily, mi vecina. No la cotilla, la otra, la rara. Tiene días buscándolo y le dije que lo había visto irse. Por si quieres saber, no se dónde dejé el pobre animal.

Cada día me siento más inquieta con lo que sucede conmigo, sé que llegara un día en el que no me pueda controlar y tengo miedo de que ese día llegue.

Si hace meses me hubiesen dicho, "Preocúpate por tu salud, por lo que tienes ahora" y yo les haya dicho esto a mis padres, sería todo distinto. Ya ves, no fue así y ya. Oh, espera. Si me lo dijieron, pero yo no lo tomé enserio. Ni tampoco lo comenté.

— ¿Samie? —tocan mi puerta. Y me sacan de mis pensamientos. Rápidamente tocó mi cara y me pellizco un poco, para regresar a mi color natural.

— Pase —respondo, inquieta y la puerta de abre dejándome ver a el gran estúpido que tengo por hermano —. Ah, ya has llegado. —murmuro desviando la mirada.

—He llegado, ¿me extrañaste?

Levanté la mirada y completamente sería lo enfrenté.

—¿Para recriminarme lo de su muerte y echarme la culpa? —comenté con ironía —. Si claro, todos los días lo espero.

— Ah, eso, me debes un favor, al menos yo no te estoy mintiendo —cerro la puerta detrás de él.

—A mí nadie me está mintiendo, William —agregué y el negó con la cabeza —. De igual forma, si de favores hablamos, Nicole está aquí,. discúlpate con ella.

Metió ambas manos en sus bolsillos y volvió a reírse.

— ¿Debería? —añade mientras rasca tras su cabeza—. Quizás lo haga, no es que ella me importe mucho ahora.  ¿Cómo estás? —indagó mirando cada rincón de este lugar.

Lo seguí con la mirada y ambos nos detuvimos en el pequeño espacio donde van las pildoras, me asegure de que desviará la mirada cuando comencé a hablar.

Mis 5 Chicos © [M5C #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora