Diamond Trio (Fred y George Weasley) [en pausa]

cap.9- Cedric Diggory, ¿verdad?

Entré al dormitorio aún dispersa en las imágenes que recorrían mi cabeza, haciendo un repaso general, de todo lo que había sucedido durante el día (haciendo gestos involuntarios cada tanto).

-¡Sarah!, ¡Al fin!
Una voz me sacó de mis pensamientos.

Angelina se encontraba sentada en su cama desenvolviendo y guardando cosas, las cuales supuse había comprado en su visita a Hogsmeade.

-Hola Angie- dije dirigiendo toda mi atención a mi amiga, a quien tenía en frente, -¿Cómo te fue en Hogsmeade, eh?, veo que cuidas muy bien tus ahorros- señalé divertida todas las bolsas de compras que la rodeaban.

-¡Callate!, sabes que no podía contenerme- me sonrío, -¿acaso tu no compraste nada?- hizo un gesto divertido, puesto a que sabía cuál sería mi verdadera respuesta.

-Tal vez compré algo.... No lo sé... - me encogí de hombros como desconociendo lo que decía, jugando con ella y río por lo bajo.

-Tienen el mismo sentido del humor- soltó finalmente algo sonrojada.

-¿Qué? ¿Quienes?- la miré sin comprender a qué se refería.

-Fred y tu...- explico sin más preámbulos.

-Ah... si bueno supongo- rasqué mi nuca,- ...entonces con George también, ¿no?

Angelina negó con la cabeza mirando el suelo con sus mejillas ruborizadas y una débil sonrisa.
-Pasas mucho tiempo con ellos- suspiró desviando su vista hacia la ventana, -me gustaría estar en tu lugar...

¿Qué rayos le sucedía?, de pronto una idea loca cruzó mi cabeza, me acerqué más a mi amiga y le pregunté:

-¿Te gusta Fred?

La chica se tensó de repente y su rostro se tiñó completamente de rojo.
-¿P-por qué lo dices?

-Solo pregunto- me encogí de hombros.

Un profundo silencio inundó la habitación.
-B-bueno... la verdad es que si... creo...u- un poco...- soltó finalmente todavía hecha toda un tomate.

Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro y levanté una ceja.

-Lamentó decírtelo así- continuó hablando, pero esta vez en un tono más de descarga- yo sé que eres como una hermana para ellos, pero yo solo confío en ti para hablar de esto y..

-Ey no te preocupes- la interrumpí en un tono amistoso apoyando mi mano en uno de sus hombros intentando calmarla, -me alegra que confíes en mí, además yo fui quien te preguntó.

Angelina sonrío y noté como disminuía su tensión.

La puerta del dormitorio se abrió de repente y, a través de esta, entraron el resto de las chicas. Era tarde, debíamos ir a dormir puesto que todavía nos quedaba un día libre que aprovechar.

-Si quieres mañana me cuentas bien todo, ¿si?- le susurre finalmente antes de dirigirme a mi cama, mi amiga asintió.

Apagaron las luces.
Me recosté boca arriba, con las manos detrás de la cabeza como si fuera una almohada. Pase un buen rato en esa posición mientras dejaba a mi mente volar entre pensamientos y, como de costumbre, repasando los sucesos ocurridos recientemente. Principalmente ahora, enfocándome en la charla con Angelina, quién acababa de confesarme que le gustaba mi mejor amigo. Personalmente me encontraba muy emocionada en ayudarla a acercarse al pelirrojo, pero muy en el fondo sentía que algo de toda esta situación me ¿molestaba?, no comprendía el porqué, así que me resigné a evitar que el tema siguiera rondando en mi cabeza y me dispuse a dormir.
Tal vez solo estaba molesta por el cansancio...