♡┊ seis.

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Empezó a regar con cuidado las plantitas que ahí habían, su sonrisa se ensanchó mientras hablaba con ellas y les contaba sobre su novio

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Empezó a regar con cuidado las plantitas que ahí habían, su sonrisa se ensanchó mientras hablaba con ellas y les contaba sobre su novio.

— ¿Les he contado ya que Taehyung quedó en la élite? — rió felíz. — Después de mucho tiempo ayudándole a estudiar ha quedado en la clase A, realmente estoy muy feliz de saber que sus esfuerzos han dado frutos. — empezó a caminar mientras regaba las flores. — Es que es algo indescriptible, estoy demasiado feliz, nunca me importó que él estuviera en otra clase, eso no importa para nada, siempre quise que el se acercara a mi en los pasillos, en el jardín, en todos lados, pero el me cuidaba mucho, no quería "dañar mi reputación", como si eso me importara. — bufo.

Escuchó como alguien tocaba suavemente la puerta abierta del invernadero dónde tenía las plantas.

— ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

— Lo suficiente para escuchar tu discurso a los bonsais. — sonrió para después abrazarla.

— No te burles, eso ayuda a su crecimiento. — dijo mirándolo con seriedad fingida.

— Está bien, no me burlo. — levantó las manos como símbolo de inocencia. — Yo solo vine a ver si la presidenta del consejo estudiantil, que dice ser mi novia, quiere aprobar mi humilde solicitud para unirme a su club para cuidar bonsais juntos y, si tiene tiempo después, tomar un café.

— Después de revisar sus papales con atención, — tomó los papeles y los tiró al aire haciendo reír al chico. — he decidido que queda completamente aprobado y que me encantaría tomar ese café con usted.

— Vaya abuso de poder, señorita.

— Eso era broma, tendré que revisarlos después, pero su solicitud ha sido aprobada, ¿Si entiendes? — rió por lo nerviosa que estaba y como su lengua se enredaba al hablar con su novio.

— Entiendo perfectamente. — puso sus manos en su cintura para después besarla, acariciando su mejilla con ternura.

Al separarse él la miró con ojitos brillantes, feliz de tenerla a su lado.

— No sabes cuánto espere para poder besarte donde sea que estemos.

Ella sonrió.

— Siempre pudiste hacerlo, — se cruzó de brazos. — solo que no querías.

— Siempre quise, pero no estoy a la altura de la presidenta.

— Deja de decir eso, sabes que no me importa, tu siempre estarás a mi altura, lo estás ahora, siempre lo estuviste.

El sonrió y dejó un pequeño beso en sus labios.

— Te amo, te amo demasiado.

— Yo también te amo, no tienes una idea, por cierto, hablaré con las chicas, sobre nosotros, no sé cuándo lo haré, pero será pronto. — dejó un beso corto en sus labios. — Ahora debo irme a la sala del consejo, ¿Te veo más tarde?

— ¿En la cafetería de siempre?

Jisoo asintió con una sonrisa boba y salió de ahí hacía aquel lugar tan conocido por ella y sus amigas.

Se encontraba sentada en su escritorio, organizando unos cuantos papeles e informes escolares

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Se encontraba sentada en su escritorio, organizando unos cuantos papeles e informes escolares.

Rosé y Jennie jugaban un juego de mesa en la pequeña mesita que estaba en el centro de la sala, la puerta se abrió, mostrando a la japonesa.

— Otra vez llegas tarde, Minatozaki. — habló Jisoo sin levantar la vista.

— L-lo siento, yo... Estaba... — las palabras se quedaban atoradas en la garganta de la chica, impidiéndole formular alguna oración coherente.

— Espero logres acostumbrarte al horario pronto, puedes ir a sentarte con las chicas.

Siguió organizando los papeles cuando escuchó el sonido de un teléfono, indicando que habían tomado una foto, miró a la japonesa a su lado con un semblante serio, intimidando a la chica.

— ¿Qué estás haciendo ahora?

— Unnie, usted se ve muy linda trabajando, quería tomarle una foto. — sonrió, siendo muy enérgica de repente, abrumando a la pelinegra.

Estaba a punto de reprenderla, pero Rosé habló antes que ella.

— ¡Sana, ven a jugar con nosotras!

Jisoo negó con la cabeza, Sana era demasiado extraña, llegando tarde casa vez, la única vez que llegó temprano la descubrió metiendo mano por todos lados, como si buscara algo, pero le dió la excusa de que quería conocer la sala, así que lo dejo pasar.

Sus amigas, trataban de distraerse en exceso, abusando de sus clubs y los juegos, todo para evitar preocuparse de más por Lalisa.

Aunque era un tema que no podían evitar pensar, trataban de esquivarlo para no volverse locas, a pesar de que su mente estaba hecha un caos.

Mientras más lo pensaban más les dolía la cabeza, y es que, ¿Cómo carajos harían para que Lisa volviera con ellas? No solo a la élite, si no también a Corea, que era lo principal.

Sin descartar a su padre, ese hombre tan poderoso e imponente, ¿La dejaría volver? Jisoo estaba segura que Lisa recibiría un castigo.

Agregando el tema de su novio, debía decirles a sus amigas, pero con la carga de la escuela, revisar los presupuestos para los clubs, cuidar su club, las clases y el consejo no había tenido tiempo, además de que quería decirles solo a sus amigas, evitando a aquella japonesa.

No la odiaba ni nada por el estilo, solo no le daba la confianza suficiente y bueno, tampoco quería acostumbrarse a ella.

Porqué Lalisa volvería, tenía que.

Si, Lalisa Manoban volvería a la clase de Élite, no había dudas.

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Élite; Bangpink.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora