Eren Jaeger x Fem! reader┇❝Donde eres una guerrera que oculta un pasado oscuro y busca venganza contra Marley, pero aún así seguirías tus creencias hasta el final, junto a Eren Jaeger.❞
❍𝘿𝙞𝙨𝙘𝙡𝙖𝙞𝙢𝙚𝙧:
━𝙰𝚍𝚟𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕...
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- ¡rápido, detengan el sangrado!- exclamó alterado Jean
Las chicas se encontraban sobre suelo, perdiendo sangre... Una mas que la otra.
- ¿¡Sasha?! ¡¿Tn?!- exclamaron los soldados
- ¿eh? Maldito demonio por su culpa herí a la señorita Tn- hablo Gabi en un susurro molesto
La pequeña apuntó con su rifle para disparar nuevamente a un soldados mas, sin embargo Jean fue el primero en reaccionar, disparando a Gabi, quien si no fuera por Falco hubiera terminado con una bala en la cabeza.
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- ahg- se quejó esta- Falco no era necesario tu ayuda, pero igual gracias
Los demás que aún no se movían, pero al oír hablar a Gabi salieron del shock y se avalanzaron contra los pequeños, golpeándolos repetidas veces.
Falco preocupado se interpuso abrazando a Gabi para que no la lastimaran mucho, ganándose el mas golpes departe de los soldados, con el labio partido y el ojo hinchado tornándose de color morado siguió defendiendo a Gabi pese a su dolor físico y los gritos de la pequeña que le decía que no la protegiera.
Jean y Connie fueron al instante hacia Tn y Sasha, pues ellos no se preocupaban de los pequeños que estaban siendo atacados salvajemente.
- ¡¡¡Sasha, Tn!!!- Connie gritó sus nombres sumamente preocupado
- ¡resistan!- rogó Jean en el mismo tono que Connie
- ¡ei! ¡Sasha, Tn!- Connie tomó de los hombros a Sasha angustiado esperando a que les respondiera, ya que esta estaba teniendo una hemorragia
- a-atiendan a Sasha- hablo adolorida Tn- yo no estoy tan herida como ella- insistió aguantando el dolor
Estos al ver detalladamente donde habían disparado a Tn, utilizaron una tela para detener su sangrado. Terminaron para despues encargarse los tres de su amiga, ya que los demás estaban ocupados golpeando a los pequeños.
- mucho...ruido- hablo Sasha por fin- es hora...¿de comer?
- ¡hay que detener el sangrado!
Los soldados, al oír los gritos de ellos, pararon su cometido con los niños y les amarraron las manos con una soga para que no intentaran escapar; siendo los pequeños vigilados por Floch.
