Amor En Tiempos De Guerra (Eren y Tu)

Capítulo 1

Caminabas por las calles de Marley, rumbo a la reunión que formó el comandante Magath a última hora.

Esperabas llegar lo más pronto posible para no ser regañada, sin embargo no te fijaste por dónde iba y terminaste chocando tu cuerpo contra el de alguien más, de manera que ambos se cayeron al suelo.

Miraste al frente tuyo, encontrándote con la mirada neutral de un joven de iris verdosos, tirado en el suelo.

—Lo siento, no me fije. —soltó sus palabras de manera cortante, mientras se incorporaba

—No hay problema, yo tampoco miré por dónde iba. —ignoraste lo distante que fue contigo y le sonreíste amable, dándole a entender que no había problema alguno, para que así no se formase un escándalo en plena calle

El ojiverde soltó un suspiro, como si tratara de calmarse.

—¿Te encuentras bien? —te preguntó dejando a un lado su actitud grosera, extendiendo su mano para ayudarte a levantar

Aceptaste de manera dudosa su ayuda y te incorporaste con ayuda de él, pero al momento de tomar su mano y hacer un pequeño contacto entre ustedes, salió una pequeña chispa de color amarillenta.

Sentiste un mareo a causa de recibir, repentinamente, las memorias del ojiverde, quedando paralizada mientras aún se sostenían de la mano. Todos los recuerdos de ese muchacho eran sumamente traumantes.

Flash back.

—Estás mintiendo. —jaló de su oreja izquierda, provocando que el castaño de ojos verdes se quejara— Lo sé porque tus orejas se han puesto rojas.

—¡Mamá! —llamó el castaño con lágrimas en los ojos, viendo la terrible escena de su madre siendo devorada

—¡Mataré a todos los titanes, hasta el último de ellos! —exclamó con una mirada llena de odio

—¡Espera, Eren! ¡Es peligroso!

—Este mundo es cruel. —la azabache se colocó una capucha y se dio media vuelta— Me di cuenta de que vivir aquí era como un milagro.

—Annie es la Titán Hembra...

—Yo soy el Titán Acorazado y Berthold es el Titán Colosal. —confesó Reiner

—Gracias... Por ponerme está bufanda. —comenzó a acercar su rostro al del castaño lentamente

—¡Viva la reina Historia!

—¡La operación para recuperar la muralla María comienza ahora! ¡Entreguen sus corazones!

—Armin es el que salvará a la humanidad.

—Hay vida fuera de las murallas...

—¡Tu cambiarás nuestro destino, Eren! —el señor con su mismo color de cabello le mostró una inyección

—¡Detente, papá! —suplicó intentando apartarlo— ¡¿Qué haces?! —le dirigió una mirada asustada, pero este lo ignoró y lo tomó del brazo, inyectándole aquel líquido violeta que terminó convirtiendo a su hijo en un titán cambiante

—Salva a Armin y Mikasa. —el guerrero le dirigió una mirada severa a su amigo Grisha

—¿Armin? ¿Mikasa? —preguntó confundido, pues no conocía a esas personas— ¿Quiénes son ellos? 

—No lo sé. Estas memorias no son mías... —respondió Kruger, igual de confundido

—Eren... —lo llamó una muchacha de cabello azabache sumamente corto, portando un extraño traje negro— Volvamos a casa.