- ¿Hay alguien ahí? ¿hola? Por favor, mi hijo quiere entrar al baño.
El joven despertó desconcertado en el suelo, con un hilo de saliva recorriendo su piel blanca, aterrizando su hombro. Un suave haz de luz madrugador lo recibía con muchas ganas, mientras la fría brisa le decía que hoy seria productivo. Después de peinarse con la mano velozmente, abrió la puerta y sale para ver a la madre pidiéndole a su hijo que aguantara un poco mas.
-- Lamento las molestias – saludo con desanimo
-- Mami, por favor
-- Ya espera, deja que el joven – corto cuando el chico se hizo a un lado invitándola a pasar – Gracias.
El chico subió con calma las mismas escalerillas que bajo con rapidez en la noche anterior. Miro de nuevo las ventanas, para ver un paisaje casi urbano, "los suburbios de Londres" pensó. Camino de vuelta, parando justo enfrente de su asiento, mirando su mochila. "La han cambiado de lugar, ¿se han llevado algo? ¿habrán visto mis cosas?" se alarmo. Con la mayor rapidez posible, agarro el bolso, lo abrió con desesperación, hurgueteo rápido, y soltó un fuerte bufido, que llamo la atención de los demás, al ver que sus cosas estaban en orden. Se sentó de golpe en el asiento, dando un ligero rebote, y se apoyo en el frio cristal, sabiendo que llegaría pronto a la estación. El paisaje suburbano era suficiente para calmar los miedos de Alex.
Minutos después de bajar del autobús, llegando a esa humilde estación del norte de Londres, Alex miro su teléfono esperando a que algo pasase. Al ver que nada pasaba en su teléfono, empezó a caminar, sin rumbo alguno alguno. Cada que podía, miraba en todas las direcciones, como si todos los que caminaba junto a el lo estuvieran vigilado.
Llego a una cafetería, y fue hasta la caja a pedir un latte con algunas magdalenas, cuando vio algo en la televisión que capto su atención
-- ¿Quién es ese?
-- Alguien de relaciones publicas, de Kingdom -- respondió la cajera de turno, una chica con rasgos afro-británicos y cabello castaña rebelde en una coleta
-- No el, el hombre a lado suyo.
-- No creo conocerlo, pero también es de Kingdom, ¿ves el logo? en su pechera, o lo que sea eso.
Miro con mas atención a la pantalla, grabando cada pixel, cada fotograma. Aquel cabello grisáceo, sus ojos negros con mirada de águila, su figura corpulenta, su nariz afilada y su barba poblada. Parado a lado del Sr. Johnson, mantenía la cara seria durante la mayoría de la transmisión, exceptuando por el reporte diario de aquel nuevo reactor en Marruecos. Alex parecía hipnotizado, el sentía la mirada de aquel hombre penetrar en lo mas profundo de su alma, descascarándolo y dejando desnudo a el y sus secretos. Imaginaba su voz, llamándolo, casi queriendo que el cruzara aquella pantalla de 17 pulgadas de la tv.
-- ¿Qué haces? -- escucho una voz claramente extrañada -- ¿acaso es tu novio o algo?
Alex se dio cuenta de lo que hacia, y bajo inmediatamente del mostrador. Miro a su alrededor, y pudo percatarse de las caras de confusión de los pocos clientes de la cafetería.
-- Lo siento, no se que me paso.
-- Ya veo
La chica, de nombre Alice, dejo la bolsa con las magdalenas y el latte en el mesón, reclamando que espero cerca de 7 minutos mirando sus boxers celestes, y recordándole que el café ya se debió haber enfriado. Con la cara mas sonrojada posible, se subió la cremallera de su pantalón, pago todo con la tarjeta de su madre y estaba listo para retirarse. En ello, una camioneta blindada negra con una gran K en su puerta se detuvo enfrente.
-- ¿Ellos de nuevo? Mark, ¡¿ se puede saber que diablos le echas a tus brownies?!
Mientras el tal Mark discutía con Alice desde la cocina, Alex empezaba a entrar en pánico. Boto la bolsa con comida, y tenso sus músculos, listo para correr. Vio un periódico en una de las mesas y partió a sentarse en esta, tomo el periódico y trato de actuar como si anda pasara.
Los ocupantes de la camioneta, dos hombres de contextura media, con chalecos antibalas y unas cartucheras negras armadas, entraron por la mampara, haciendo sonar la pequeña campanita que había arriba del marco blando. Ninguno de los presentes parecía contento con la presencia de dichos hombres, pero a pesar de los cuchicheos, siguieron con su sonrisa estúpida. Se acercaron al mostrador, pidieron dos ordenes de brownies con cortados y se sentaron cerca de Alex.
Las luces, empezaron a parpadear, a la que Alex ya empezaba a asustarse. No tenia ningún motivo razonable para temer de esos hombres, ni siquiera los conocía, solo no le daban confianza. El parpadeo de las luces siguió, haciéndose mas intenso, hasta que una de las lamparas de plafón reventó por el alto voltaje. Los hombres salieron instantáneamente, temiendo que alguna chispa o algún cable cayese sobre ellos. Alice, desde la puerta de la cocina, salió con una escoba para limpiar el desastre: "Desde que instalaron la antena esa, la energía es algo inestable por la zona" suspiro, señalando a una enorme torre hacia el norte.
El chico aun seguía sumido dentro de su periódico. Suspiro al ver que los hombres de negro ya se habían ido. Ayudo a Alice, pidiendo perdón por su incompetencia, tomo su bolsa, charlaron un rato, agarro su mochila y su teléfono y se retiro del lugar.
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Hola a todos¡¡
Este ya es el segundo capitulo de Radiants, perdonenme por la tardanza, las clases me estaban agotando mucho, y no podia escribir, pero, ahora que llegaron vacaciones, tendre ters meses para poder trabajar en este proyecto.
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Nos vemos pronto¡¡
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Radiants || Pre-Valorant Fanfic ||
Fanfic"La humanidad debe seguir los estándares de la ciencia. Todo lo mágico y etéreo debe ser erradicado" Gracias a una anomalía conocida como "Primera Luz" y la llegada de la misteriosa radianita, la humanidad ha evolucionado, avanzado a un futuro utópi...