Cadenth Thompson.
Los Ángeles, California.Cuando Ryley subió a mi auto, no pude despegar mis ojos de ella, se veía realmente hermosa, llevaba una camiseta roja que le quedaba un poco grande, y llevaba unos pantalones azules claros, llevaba una chaqueta negra y tenía unas Converse blancas, es sencilla, pero se veía hermosa, su cabello castaño, caía a los lados de sus hombros por unas pequeñas ondas que tenía, llevaba poco maquillaje, lo que más resaltaba eran sus ojos y sus pestañas largas.
Al darme cuenta de que el lugar estaba en silencio me dispuse a encender la radio, justo sonaba la banda que ella me había recomendado, sus canciones son realmente buenas, al parecer ella se había fijado de ese detalle y me sonrió, le devolví la sonrisa, encendí el auto y empecé a manejar.
- ¿Ya tienes planeado dónde ir? - me pregunta Ryley.
- Tenía planeado enseñarte mi lugar favorito, pero si tú quieres ir a otro lugar podemos ir al que tú quieras.
- Quiero ir a ver tu lugar favorito - me respondió, traté de ocultar mi sonrisa, pero no lo puede evitar.
En el resto del camino, íbamos cantando las canciones de la banda que me recomendó, me encantaba escucharla cantar, tenía una voz única, era relajante y su risa era lo que más me gustaba.
Estábamos saliendo un poco de la ciudad, al llegar dejé el carro a un lado de la carretera, era una calle solitaria, no se veían muchos carros ni personas.
-Llegamos - le dije a Ryley mientras bajábamos del auto, ella miraba todo curiosamente, abrí la puerta del asiento de atrás y saqué unas bolsas- Traje comida y una manta para sentarnos a comer aquí- espero que le guste, le pedí a Ana ayuda para que esta salida sea perfecta para ella, ella decía que esto era algo muy común y muy romántico.
Vi la expresión de ella, era una hermosa sonrisa, me alegré mucho por esa expresión, me hice a su lado, le di mi mano para llevarla al lugar, caminamos por medio del bosque y llegamos a un campo donde solo había pasto y algunos árboles, extendí la manta para que nos pudiéramos sentar, ella me ayudó a organizar la comida.
-Este lugar es hermoso - me dice ella mirando nuestros alrededores - ¿Como conocías este lugar? - me pregunta mientras no sentamos en el pasto.
- Mis padres me lo enseñaron, comencé a venir de seguido por que me encantaba todo lo de este lugar, no hay tanta ruido a sus alrededores, solo los de algunos animales, cuando se hace de noche, al mirar el cielo ves que está repleto de estrellas y con su luz iluminan este lugar, es mi lugar especial, aquí vengo cuando quiero estar lejos de la ciudad, cuando quiero pensar o cuando solo quiero perderme en el mundo con mis audífonos y me dispongo a mirar las estrellas- al voltear mi rostro me encuentro con la mirada de Ryley, me fijo en sus ojos y las comparo con las estrellas, sus ojos me parecen las más brillantes de la noche.
Nos quedamos un rato así, hasta que ella con un movimiento rápido se acuesta encima de mí, pone sus manos en mi pecho y estoy seguro de que puede sentir mi corazón latir demasiado rápido; apoya su mentón en sus dos manos y me sigue mirando fijamente, a pesar que sus ojos son castaños, con la luz de la noche puedo ver sus pupilas, las cuales están dilatadas, bajo mi mirada a sus labios, y me quedo un rato con mi mirada fija en ellos.
-Quiero besarte- Susurro a pesar de que no hay nadie a nuestros alrededores.
Ella baja su mirada a mis labios y dice.
-¿Y por qué no lo haces?- Sonrío y tomo su rostro entre mis manos para acercarla al mío, junto nuestros labios.
Son demasiado suaves, primero beso su labio inferior y hago lo mismo con el superior aprovecho el momento en el que abre su boca para poder profundizar más el beso, ella me toma de la nuca sin despegar sus labios de los míos, este es el beso más perfecto que puede existir en el mundo, siento que en estos momentos puedo morir, pero moriría siendo la persona más feliz del universo, sus labios fácilmente se pueden volver en mi adicción, nuestros labios encajan tan perfecto que nos cuesta separarnos, al darnos cuenta la falta del aire nos separamos, abrimos nuestros ojos y me es inevitable robarle otro pequeño beso, ella me sonríe, y yo le devuelvo la sonrisa más sincera que he podido dar.
Nos quedamos un rato así, su frente pegada a la mía con los ojos cerrados, ella se separa y se sienta al frente de mí.
- ¿Podríamos comer? - Yo suelto una pequeña risa al mirar el puchero que hay en su boca, me es inevitable no volver a fijar mi mirada ahí y querer darle otro apasionado beso, pero ella tiene hambre así que es mejor darle lo que pide.
-Por supuesto, ven te ayudo- Sacamos la comida que hay en la bolsas, traje una caja de pizza de pepperoni, es su pizza favorita, lo sé por qué ella me dijo una vez por mensajes, al igual que las frutas que traje, que son la Sandía, fresas y piña, las corte en pedazos pequeños y las metí en un recipiente plástico, ella se da cuenta de estos detalles y me da una gran sonrisa; no tuve problema en hacer todo esto, quería que esta noche fuera mágica, tanto para ella como para mí, la comida preferida de ella no me desagrada, también me gusta, así que entre los dos compartimos, de refresco tomamos un refresco de limón.
Al terminar nos acostamos en el pasto, mirando las estrellas.
- Me gusta mirar las estrellas y pensar en mi mamá- Dice Ryley- Mi mamá murió cuando yo tenía 6 años, tenía pulmonía, solo tenía un pulmón, ya que anteriormente también le había pasado, solo que el otro también estaba mal, ella le gustaba hablarnos tanto a mi papá y a mi acerca de las estrellas, ella decía que yo era la estrella más grande y brillante en su constelación, siempre me llamaban de esa forma en mi casa, estrella, una tarde regresé del colegio con un dibujo en mano, había dibujado a mi mamá con una gran estrella detrás, al entrar a mi casa estaba totalmente en silencio, me dirigí al cuarto de mis padres, afuera escuchaba sollozos, la puerta estaba un poco abierta, entré y me encontré a mi padre y a mis abuelos alrededor de la cama donde estaba mi madre, aún no se habían fijado en mí, fui hasta donde mi mamá y le dejé el dibujo en su pecho, mi madre tenía los ojos cerrados, yo pensé que ella estaba dormida como todos los días, mi papá se dio cuenta de mi presencia, me llamo en un susurro, al alzar mi mirada mi papá tenía los ojos inyectados en sangre y con lágrimas a su alrededor, me cargó y yo me sujete de su cuello, me llevo al sofá y me dijo.
-Estrella, tu madre ahora se convirtió en la estrella más grande de nuestra constelación.
>>No le entendí muy bien, hasta que después me explico que mi mamá ya no estaba con nosotros, mi pequeño mundo se apagó, y comencé a llorar en el pecho de papá, en mi cabeza se repetía cada una de las palabras de mi madre, su sonrisa por cada vez que le mostraba mis dibujos o cuando le hablaba sobre mi programa favorito, recordaba y recordaba cada momento que pasé a su lado, no me gustaba pensar que en las mañanas ya no podía verla o ya no podía peinarme antes de ir al colegio, fue duro, pero mi padre siempre me decía, que lo menos que ella me quería era de ese modo, ella quería que fuera feliz siempre, que hiciera brillar el mundo de toda mi familia con mis sonrisas y mis ojos brillantes- dijo ella dejando escapar un sollozo al final, puse mi mano en su espalda para atraerla a mi pecho, ella puso su frente en él, me abrazó y sentí como mi camisa se iba humedeciendo por sus lágrimas, una cuantas lágrimas salieron de mis ojos pero las borre rápidamente para darle apoyo en este momento.
Al alzar su mirada se encuentra con la mía, ella me da un escaso beso en mis labios, se separa y me mira con esos ojos brillantes como los llamaba su mamá.
-Tu madre debe ser la mujer más feliz y orgullosa al tenerte como su hija Ryley- le dije acariciando su rostro, ella me dio una linda sonrisa, con mis pulgares limpié los rastros de lágrimas que había en sus ojos.
Me sorprendí mucho cuando ella decidió contarme esa historia de su madre, ella realmente confiaba en mí, como para contarme esa historia tan personal que debe tener guardada en su corazón, me alegraba que ella pudiera confiar en mí, me alegraba que ella abriera ese bello corazón para mí.
Esta noche sin duda alguna es una de las mejores noches de mi vida.
Hola hola, que tal todo, este capítulo me hizo llorar un poco, ¿a ustedes?
También me emocionó, el primer beso de nuestros tortolitos.
Bueno nos vemos en el próximo capítulo, Adiós :)
Besos sabor a pizza <3
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Nombrando las estrellas
Teen FictionCadenth llevaba una vida normal, de cualquier adolescente, el tenía un sueño, que solo compartía con las estrellas, no tenía a nadie con quien mostrar su lugar favorito, no tenía a nadie con quien compartir sus sueños ni sus sentimientos. Ryley, sol...