SWEETNESS | "I was mad; everything seemed sad, and just like sweetness you came to my life"
Cuando Jasper Hale empezó a vivir en Forks, nunca se preocupo por el sol, el temporal nublado siendo su fiel acompañante.
Pero con la llegada de una nueva ch...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Honey, ¿Don't you think you're for me? I say yes, confirmed by my heart beat.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Ellie nació, lo primero que hizo fue reír, sus verdes ojos brillosos de felicidad, le gustaba estar viva.
Su nacimiento en todas partes fue bendición, su aura dorada dejando amor a cada paso que daba, un sendero de margaritas bajo sus pies, su color era el amarillo.
Indicaba felicidad, regocijo y libertad, ella amaba ser libre.
Por ello, cuando su familia tuvo que moverse de la gran ciudad a un pueblito prácticamente abandonado, ella no pudo estar más feliz, imaginando la naturaleza en su alrededor, el sonido de pájaros por la mañana; y el sol entrando por su ventana.
Su corazón se achicó levemente cuando notó que el sol no parecía ser amigo del pueblo, las nubes cubriendo a cada momento su cielo, pero no le importo; al contrario, vio el lado bueno; como siempre solía hacerlo, al menos, no tendría que utilizar protector.
Su sonrisa era del más puro sentimiento; sus mejillas delicadas y ligeramente llenas; pómulos altos y refinados, incluso cuando estaba concentrada, las comisuras a los lados estaban arriba, indicando pequeñas sonrisas.
Ellie era un sol, brillante y arrasador; cálido y necesario.
La felicidad siempre era necesaria, al igual que el calor, el amor; y más que nada, comprensión.
Ellie era sinónimo de paz, de sentirte en un hogar.
Cuando puso el primer pie en Forks, ella pudo sentir la necesidad de brillar para los demás, escuchar y ayudar; Ellie era como el fuego, abrasador.
Fuego que el frío corazón de Jasper necesitaba, y más que nada, anhelaba. Pero tenía miedo, no se quería quemar, o apagar la flama.
Ellie le enseñaría a Jasper, que no siempre el fuego quema, y Jasper le enseñaría a Ellie, que no siempre el frío apaga.
Tal como el Ying y el Yang, no pueden existir uno sin el otro.
Y como Ellie no siempre puede estar feliz, Jasper no puede siempre sufrir.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
