Tatuaje || Minayeon

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Un tatuaje.
Un gran o diminuto tatuaje, un tatuaje que te acompaña desde tu primer suspiro, un tatuaje que se sitúa en cualquier espacio de tu cuerpo, un tatuaje que crece contigo, un tatuaje valioso, un tatuaje que te une a la persona indicada, un tatuaje en blanco y negro que se llena de colores al encontrarse con la persona creada única y especialmente para ti.

Un tatuaje.

Un tatuaje.

Un tatuaje.

— Abuelita, pero yo no veo mi tatuaje, no está — La pequeña niña pasaba la vista por sus delicadas manos y piernas, esperando encontrar su marca.
— Pequeña — La dulce risa de la abuela resonó por el cuarto. — No sólo busques en tus manos o piernas. Recuerda que puede encontrarse en cualquier parte de tu cuerpo — Dijo guiñando el ojo.
— ¿Dónde debo buscar? — Se cruzó de brazos un poco fastidiada al no encontrar nada. — ¿Tú sabes dónde está mi tatuaje? — Miraba expectante, con los ojos abiertos y brillantes.
— Por supuesto que sí, lo noté días antes de tu primer cumpleaños, aún era como un lunar, un lunar mediano que jamás podría pasar desapercibido por la abuela — Sonrío grande.
— ¿Dónde, dónde? — La niña de 5 años brincaba emocionada. — Quiero verlo, abuelita —.
— Ven, vamos al espejo — Tomó su mano y la guió. — Alza un poco tu camisa y mira este lado de tu pancita, justo en tu costado izquierdo — Dijo mientras le señalaba el lugar a la pequeña.
— ¡Ahí está, ahí está! — Comenzó a brincar de felicidad. — Pero, abuelita... no le veo forma — Inclinaba la cabeza mientras veía la marca.
— Mi linda Nayeon, sólo tienes 5 añitos. Recuerda que irá tomando forma mientras tu vayas creciendo — Explicó. — Cuando cumplas 15 años verás el resultado final, tu tatuaje estará terminado en el tamaño y forma adecuada a la espera de obtener sus colores. No lo olvides — La miraba.
— No lo olvidaré jamás - Sonreía viéndose al espejo. — ¿Puedo ver el tuyo? — Nayeon tomó la muñeca de su abuela. — ¿Qué es? —.
— Son pequeños pajaritos revoloteando — En ese momento se escuchó la puerta abrirse.
— Abuelito — Corrió hacia sus brazos.
— Mi niña linda — Sonreía mientras le daba un gran abrazo. — ¿Qué es lo que hacían? —.
— Abuelita me mostró su tatuaje y me enseñó dónde está el mío — Sonreía con sus característicos dientes de conejo. — ¿Puedo ver sus tatuajes juntos? — Mientras hablaba lo guiaba al lado de su abuela.

Al llegar y estar juntos, los abuelos mostraron sus muñecas con una gran sonrisa.
Un tatuaje igual, idéntico en todo sentido, desde los colores hasta los mínimos detalles. Sin duda almas gemelas.

La pequeña de tan solo 5 años miraba impresionada lo que tenía en frente, cómo todo cuadraba a la perfección.

Ella deseaba su tatuaje, tener colores tan vivos en su piel. Ella deseaba una historia como la de los abuelos.

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— ¡Mamá, mamá! — Una adolescente de cabello lacio y castaño entraba corriendo a la cocina.
— ¿Qué pasa, Mina? — Detuvo el corte que hacía y miró a su hija.
— Mi tatuaje está terminado — Sonreía grande mientras le mostraba.
— Es cierto, cariño — Pasó sus dedos por la marca. — Son flores pequeñas —.
— Que sobresalen de un triángulo invertido — Presumía Sharon.
— Sólo le falta los colores — Miró directamente a los ojos. — Así como los míos — Mostró su antebrazo —.
— Aún me cuesta creer que el tuyo y el de papá sean idénticos en todo sentido — Reía. — Pero, mamá... Ahora que recuerdo, antes de fallecer mi abuelo me mostró su tatuaje — Hubo un silencio.
— Estaba en blanco y negro — Interrumpió la mamá. — Y el de tu abuela sí tenía colores —.
— ¿Por qué? Si estaban juntos y tuvieron una familia — Había mucha curiosidad en la voz de la joven.
— Ellos no estaban destinados a estar juntos — Miró hacia el suelo. — Tu abuela sí conoció al amor de su vida pero lamentablemente él falleció un tiempo después y tu abuelo simplemente jamás se encontró con el suyo — Tomó un respiro. — Ellos fueron mejores amigos desde pequeños y al ver que simplemente no les funcionó con su persona llegaron a un acuerdo de estar juntos — Retomó lo que hacía antes de que llegara su hija.
— ¿Eso es posible? — La adolescente se sentó.
— Lo es, pero jamás se tendrá la conexión y amor como se tendría con su persona indicada. Recuerda que el tatuaje te une — Intercalaba su mirada.
— ¿No se supone que es más fácil así? Sólo tienes que buscar al que tenga el mismo gráfico en el mismo lugar — Puso su cabeza entre sus manos.
— A veces es más difícil, puede encontrarse en otra ciudad, en otro país, en otro continente — Río. — Tu padre vivía en Estados Unidos y yo aquí, en Japón -.
— Espero que mi persona no se encuentre tan lejos — Se levantó. — Gracias, mamá — Dio un fuerte abrazo que fue correspondido.
— Por nada, mi pequeña —.

¡Hola! Ha pasado mucho tiempo, espero se encuentren de maravilla:p
En este proyecto he trabajado un largo tiempo y quería saber si era de su agrado para poder continuarlo. Me quedo a la espera de su aprobación, lindo día, lxs amoooo:)