Tatuaje || Minayeon

01

— Realmente estoy seca — Suspiró fuertemente la coreana.
— Vamos, Nayeon — Animó su fiel amiga. — Es la última canción de tu álbum —.
— Lo sé, Jeong. Pero no encuentro inspiración — Se tomó la cabeza. — No continuaré aquí, iré a mi casa a pensar y encontrar algo bueno de lo que pueda escribir — Se levantó y tomó sus cosas. — Te veo mañana para grabar —.
— ¿Para mañana ya tendrás la canción terminada? — Retó.
— Me tendrás que comprar una gran rebanada de pastel para festejarlo — Rieron.
— Por supuesto. Adiós —.
— Nos vemos — Finalmente se marchó del lugar.

El camino hacia su departamento fue tranquilo y rápido, pudo interactuar con algunos fans y eso la llenaba de felicidad.

Subió por el elevador, no sin antes saludar al guardia de la entrada.
Al llegar quitó sus zapatillas e ingresó, la serenidad de su hogar jamás se compararía a nada más.

Dejó su bolso en la enorme habitación y se dispuso a tomar una ducha. Tenía que relajarse para poder comenzar a escribir la última canción de su álbum.

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— Excelente — Los aplausos no se hicieron esperar. — ¡Maravilloso! De verdad eres increíble, de lo mejor que hay en Japón y en el mundo — Alagaba el coordinador del evento mientras el público no dejaba de aplaudir.
— Muchas gracias, aprecio sus palabras. Gracias a todos — La bailarina sonreía agradecida mientras tomaba un respiro. Había sido un baile duro.
— Miles de gracias por acompañarnos, no podemos aún con todas las personas que están aquí por ti. Haces magia, chica —.
— Muchísimas gracias, espero volver a presentarme en este escenario pronto. Gracias a todos los presentes — Mina sonreía agradecida haciendo varias reverencias.
— Ella fue Myoui Mina — Mientras el público la alababa ella salía con una sonrisa sincera del lugar.

Al entrar en su camerino vio a su prima Sana esperándola.

— Lo hiciste genial, espectacular — Corrió para abrazarla. — Estás sudada, pero aún así no dejas de verte elegante — Risas de las dos retumbaron por la habitación.
— Gracias por estar aquí — Se soltaron y Mina llegó para agarrar su celular. — Mamá y papá me enviaron felicitaciones, esperan verme pronto — Sonreía viendo la pantalla.
— Mis tíos son los mejores, te dejaron cumplir tu sueño y nunca los defraudaste —.
— ¿Cómo hacerlo? Están en otro país por trabajo, aunque quisieran tenerme junto me dejaron seguir en la academia, confiaron en mi y sabían que tenía la oportunidad de ser una gran bailarina — Suspiró. —Nunca me cortaron las alas, es un agradecimiento también para ellos — Una lágrima resbaló.
— Mírate, la mejor bailarina de ballet en Japón y posiblemente en el continente y el mundo. Miles de fans alrededor esperando la oportunidad de verte actuar en vivo — Le dio un abrazo. — Has hecho más que yo a tus 20 años — Bromeó.
— Basta, que tú eres de las mejores doctoras junto con tu esposa — La miró.
— Touché — Guiñó el ojo. — Bueno, andando que Tzuyu tiene una gran cena preparada para festejar y yo muero de hambre, Momo me pegó su apetito, ya no estaré más con ella —.

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Las horas pasaban y simplemente no podía escribir algo que la convenciera, las letras que se plasmaban terminaban manchando el papel que luego terminaría como una pequeña bola en el basurero.

A nada de rendirse su celular sonó por el silencioso lugar.

— Aló — La de piel como la nieve hizo sonar su amarga voz.
— Hey... No te escuchas bien — Pudo reconocer la voz de su amiga.
— No lo estoy, no puedo terminar esto, ni siquiera empezarlo — Su espalda chocó con el respaldo de la silla.
— Yo sé que encontrarás algo pronto, mañana es el último día. Además de que tu pastelería favorita me queda de paso — Sacó una sonrisa en la coreana. — Hace rato que llegué a casa vi a una bailarina de ballet por la televisión, baila genial, me atrapó en un instante — Escuchaba atentamente a su amiga.
— Parece ser muy buena, ¿cuál es su nombre? — Cuestionó.
— No logré escucharlo, en ese momento llegó Park — Se escuchó una voz grave. — Que por cierto te manda saludos —.
— Dile que igual para él. Bueno, los dejo, tengo que continuar —.
— Claro, buena noche —.
— Buena noche — Finalizó la llamada quedándose unos instantes más en silencio.

Así pasaron varios minutos, ella viendo por la ventana que se encontraba en frente cómo la luna aparecía.
Una preciosa luna llena.

Al voltear hacia su izquierda se miró en el gran espejo pegado en la pared. Observó detalladamente su tatuaje expuesto por su diminuto bra, todas las líneas y trazos de este, el dibujo a la espera de ser coloreado.

En ese momento recordó la pequeña conversación que tuvo con Jeongyeon sobre esa bailarina de ballet, se le vino una idea a la cabeza.

Un tema para su canción.

Inspiración.

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Al llegar a su hogar aventó su bolso al sillón y se acostó en el por unos minutos. Había sido un largo día y por supuesto una larga cena para celebrar el triunfo en ese evento tan importante, se sentía satisfecha y feliz de tener compañía en ese día especial para ella.

Su prima y amigas siempre eran una gran compañía, se divertía y la pasaba bien, aunque el sentimiento de tristeza la invadía muchas veces.

Levantó su camisa holgada y pasó sus dedos delicadamente por su tatuaje.

— Aún blanco y negro, aún no te encuentro — Lo alcanzaba a ver un poco.

Caminó hacia su habitación y se miró en el espejo.

Las pequeñas flores que se habían formado hace ya 5 años en su costado izquierdo se mostraban frente a ella.

— ¿Faltará mucho para encontrarme contigo? Realmente quiero saber quién eres y cómo vas a pintar esto — Soltó una leve risa.

Se quitó la ropa y entró al baño para ducharse.

Al paso de unos minutos salió con su pijama puesta en dirección a su balcón, le gustaba sentir la brisa y ver el cielo estrellado.

Se percató de la preciosa luna llena que adornaba esa maravillosa noche.

— Bueno, al menos estamos bajo el mismo cielo — Sonrío.