No podía dormir, no podía cerrar mis ojos, no podía dejar de pensar.
Sus palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez como un disco rayado.
Tenía razón. Nosotros no éramos amigos... jamás lo habíamos sido.
Todo este tiempo pretendimos serlo, intentamos serlo... pero jamás logramos ser simplemente amigos.
El hombre que se supone que no era más que un amigo estaba profundamente dormido a mi lado, con su cabeza peligrosamente cerca de mí nunca, uno de sus brazos estaba abrazado a mi cintura.
Podríamos serlo todo... menos amigos.
Para empezar, los amigos tienen cada quien su habitación o duermen en camas separadas.
Los amigos no se tratan como él y yo lo hacemos.
Los amigos no se necesitan como él y yo nos necesitamos.
Los amigos no me miran como él lo hace.
Los amigos no me celan como él lo hace.
Los amigos no se besan.
Los amigos no... se aman.
Pero si no somos amigos... ¿Qué somos?
Todo en nuestra relación durante estos años ha sido especial, nuestra relación es especial. Y no solo lo creo yo, él lo sabe. "No puedes dejarme. Tenemos un contrato firmado, lo firmamos en cuanto nos vimos, en cuanto nuestras miradas se cruzaron". Él sabe que no fuimos exactamente una coincidencia. Él sabe que no hace "click" tan fácilmente con la gente, él sabe que yo tampoco. Él sabe que hicimos "click" en cuanto le hice una pregunta inocente.
Juntos somos especiales...
Juntos eramos como una bomba de tiempo esperando estallar. Podríamos lastimarnos el uno al otro pero jamás nos separaríamos.
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Lo que pensaba mientras estaba absorta
PovídkyMi realidad incluye lo que tu llamas fantasías. "A ella le gusta más estar sola, ajena a todo. No aguanta el sonido de los monstruos llamándola y los sonidos vacíos. Pero ellos se rehúsan a dejarla en su mundo. En el lugar donde el viento le susurra...
