Edición del 2023
Rodolfo le pidió pasar la cinta enrollable en una posición hostil, avanzaron hasta la mesa de ingreso, él antes que ella, quien habló a susurros rápidos con una de las personas que atendían la fila sentadas en una mesa, la chica que era desconocida para Marilyn dejó de prestarle atención a Rodolfo para mirarla con una sonrisa sinceramente gentil.—¡Bienvenida al campamento anti navidad, donde la mejor opción es no celebrarla! —Exclamó con carisma.
Marilyn apenas le sonrió porque Rodolfo se alejó dándole una mala mirada que ella recibió y respondió gustosa; antes de que él la sacara de allí, ella iba a hacerles ver que todo eso era una locura. Ya no quería aprovechar esa experiencia, no se sentía ni bienvenida ni a gusto luego de que por pronunciar la palabra mágico todos quisieran jalarle las cejas, por otro lado no quería descubrir porque ese chico amargado la sacó antes de que estuviera a la suerte de más de cincuenta personas, pasaba enormemente de eso.
Se concentró en la chica que tenía un sombrero de paja con el logo del campamento, acababa de pedirle las copias de pago y el pase, que tras verificar que todos los pagos estuvieran ingresados en el sistema y hacerle llenar una planilla con algunas preguntas absurdas, sque desde luego muchas no respondió.
«¿Desde cuando nace tu odio hacia la navidad?, ¿Por qué odias la navidad?, ¿Quién te hizo odiar la navidad?, ¿Es verdad que odias la navidad? Pon del uno al 10 qué tanto odias la navidad»…
Le devolvió la planilla a la chica y se preguntó cómo tenían electricidad hasta que vio por debajo de las mesas de las cinco personas que inscribían, mismos que hacían parte de la comitiva administrativa, cargadores portátiles. Ahora se preguntaba como había internet en ese lugar si creía haber escuchado que en muchas partes del cerro no había señal, hasta que su mirada dio a una antena enorme sobre la cabaña que tenía la única valla.
¿No contaminaba la montaña?
—¿Desde cuándo nace tu odio hacia la navidad? —escuchó preguntarle la chica que en su camisa se podía ver un distintivo con el nombre de Wendy.
—¿Disculpa? —preguntó Marilyn prestándole atención.
Era la primera pregunta que salía en la planilla, la cual no respondió. ¿Era importante decirlo?, ¿tenía que responder algo así cuando la entrada costaba más que los cuatro estrenos de ropa que no se compró? Y ni se diga si se comparaba con el costo de ropa de marca.
—No llenaste la sección de preguntas para el ingreso —le explicó Wendy.
—¿Con pagar tanto dinero no es suficiente?. No me dolieron los bolívares[11], pero la pregunta está de más —no le parecía importante por esa misma razón.
—Solo responde —insistió, no estaba sonriente como hacía unos minutos, sin embargo, su insistencia era soportable.
—Hace cuatro minutos atrás. —Se mordió la lengua para no agregar: este campamento anti navidad…
El día no comenzaba bien, odiando la navidad, al rato no, luego el campamento y por consiguiente la navidad. ¿Alguien podría matarla de indigestión con bocadillos de guayaba y de dulce de leche acompañada de una Old Par[12] con Coca-Cola? Al menos moriría feliz y alcoholizada.
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Campamento anti Navidad ©
Short StoryDebido al atrevimiento de su madre que involucra a su ex novio, Marilyn decide no viajar a las festividades navideñas a visitar a su familia. Sola, muy aburrida y encerrada en su departamento no duda el día veinticuatro en irse a la recluta de un ca...