QUINTO CAPÍTULO

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Edición 2023

No se pudo solucionar el tema de las plantas eléctricas así que solo contaban con diez cargadores portátiles que obviamente luego de varias horas necesitaban cargarse con electricidad que no tenían, por lo tanto no podían refrigerar nada en la nevera ya que no soportaba los voltios, apenas se podían recargar lo más indispensable como celulares, lámparas y cámaras. Unas nuevas plantas eléctricas costarían un dineral y todavía habían facturas que pagar para pensar comprar a reparar, por esta razón Angelina cerca de las tres horas de lo sucedido anunció en el almuerzo la situación y una propuesta de quedarse sin electricidad toda la estancia, cosa de la que muchos estuvieron de acuerdo. Todos los que tuviesen carros tomarían dos horas para ir al estacionamiento a cargar los celulares y lámparas.

Cada minuto que Marilyn pasaba allí era peligro porque la presidencia se preguntaba quién había sacado los cohetes desconfiando de Jesús Cristóbal y de ella. Angelina luego del anuncio se acercó a donde se hallaba sentada para decirle que no se salvaría del interrogatorio y si descubría que ella estaba en compinche con Jesús Cristóbal se vengaría de ellos. Marilyn negó todo alegando que era la primera vez que iba y no tenía conocimiento de la ubicación de nada allí y que Jesús Cristóbal le parecía un tipo nada confiable.

Luego de que socializara por varias horas en el patio dándose cuenta que muchos estaban con tornillos zafados y aberrantes a la navidad, les pidieron ir al lugar de entretenimiento para comenzar el rito; no era más que quemar ropa nueva ya que en navidad comprar ropa para estrenarla era otra tradición que se detestaba en el campamento.

Ella se mezcló entre el gentío pasando desapercibida e ir hasta el río donde acordó encontrarse con Jesús Cristóbal.

En cierto punto le dio miedo porque eran muchos a su merced que no dejarían que se burlaran de su presidenta y ellos eran dos, ya que jamás abandonaría a Jesús Cristóbal. Le había caído demasiado bien que hasta le había explicado el problema con su familia. Este le aconsejó que hablara lo que sintiera con su familia, ya que si no decía nada ni expresaba lo que sentía pecaba hacia sí misma defraudando a su familia y alimentando aún más la creencia que ella se sentía cómoda cuando la cizañaban en regresar con su ex novio.

El arrepentimiento la atacó en forma de pánico. Debía llamarlos. Así que sacó su celular y llamó a su madre, se sentó en una roca para mayor comodidad.

—¡Dios mío! ¡Muchacha hasta que te reportas! ¿Quieres que me dé un yeyo? ¿Qué me muera? ¡¿Dónde coño e la madre estás?! —La regañó entre molesta y preocupada.

—Mami, escúchame —le pidió.

—Todos te vamos a ahorcar y no me vas a dar nietos con el Gabo.

—¡No quiero hijos con Gabriel, coño! —dijo perdiendo la paciencia—. ¡No quiero más nada con él! ¿No se han dado cuenta…?

—¿Dónde estás? Te estamos esperando en recepción. El portero no quiso darnos la copia de llaves de tu departamento, dizque porque no lo has autorizado —la interrumpió.

Pataleó una roca parándose y tomó aire para controlarse.

—Estoy comprando los estrenos en el cementerio —así consiguió su atención, engañándola.

—¿Entonces me estabas mamando gallo? Por cierto, nos faltó la bola de jamón, cómprala y la traes.

—Pon el celular en altavoz quiero hablar con todos —Escuchó como su madre pidió silencio al otro lado—. No quiero pasar navidad con ustedes, no puedo más. Ustedes han dejado, hablo de las dos familia, han dejado de un lado las tradiciones volviendo su tan ridículo Garilyn ser el centro de atención. Gabriel y yo, no somos novios. Gabriel y yo, ya no más. Gabriel y yo, no nos vamos a meter a vivir juntos o casar. Ya no hay nada entre nosotros.

Campamento anti Navidad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora