Mi caramelo

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¡Holis! Bueno, quise unirme a esta dinámica también, la cual se encuentra en el grupo de Facebook Viudad de Hanji, la que se trata de inspirarse en una canción para crear un one shot a partir de ahí. Aviso que lo escribí bien argentino, porque me parecía más real, considerando la canción que elegí y porque simplemente lo quise así. Por lo que a continuación les voy a dejar el significado de algunos modismos para que no se pierdan. Tal como dice la descripción, esta es una supuesta carta que le escribiría Levi a Hange, su primer amor, en un universo alterno. La temática del paso del tiempo es algo que me pega muy fuerte y me hace sentir muy melancólica, espero transmitirles eso. Consideren que este Levi no es un poeta, él dice lo que siente como le sale, espero haber podido plasmar eso también.

Canción: Mi caramelo - Bersuit Vergarabat

Aclaraciones:

"El Roca": Tren que une a la zona sur del Conurbano Bonaerense con la Capital. A las seis de la tarde, que es la hora en la que todos regresan de trabajar, se imaginarán que es un completo caos.

Acabar: Tener un orgasmo.

Traga: Nerd (sí, soy una abuela).

Laburo: Trabajo.

Piola: Vivo, soberbio.

Minita: Mujer.

Telo: Motel, hotel alojamiento.

*****

Mi caramelo

Qué linda que estás, sos un caramelo
Te veo en el recreo y me vuelvo loco
Todas las cosas que me gustan tienen tu cara
Y espero a los asaltos, así juego a la botellita con vos
Mi bomboncito

Aún recuerdo el día en que te vi por primera vez como si hubiese sido ayer. Estábamos empezando la primaria, yo era nuevo en el instituto, tenía tanto miedo de presentarme ante los demás que me temblaban las manos. Vos fuiste la única que se acercó hasta mí cuando estaba en el patio, ya que nadie quería ser visto con el pibe que venía de un barrio humilde, cuyas ropas estaban gastadas y llevaba una cara de pocos amigos como defensa que podría espantar a cualquiera. Al instante en que miré tu rostro, me sentí absolutamente afortunado. La imagen sigue viva en mi mente. Detrás de tu cabeza, los rayos del sol coronaban tu pelo atado y hacían brillar tus lentes. En seguida, casi sin pensarlo, tomé tu mano con la intención de no soltarla jamás. Eras menor, yo tenía siete y vos seis, por lo que, aunque no pudiera verte en mi salón, mi momento más añorado del día era el recreo. Pese a mi mal carácter, me aceptaste sin ningún prejuicio, me hablaste y te volviste mi amiga. Y yo como un bobo, no quise hacer más que seguir tus pasos.

Qué excitante que estás, tendrías que saberlo
Esa cola es la manzana más buscada
Y esos senos, el alimento de mi creación

El tiempo transcurrió de manera frenética, o por lo menos así lo sentí yo. Nuestra diferencia de alturas se acentuó y, contrario a lo lógico ya que era el varón, terminaste siendo más alta que yo. ¿Creías que eso me iba a detener? No me hagas reír. Aún me faltaban algunos años más para crecer, tenía esperanzas todavía. Tenía, aunque la fui perdiendo cuando comencé a mirarte cada vez más hacia arriba. A mis trece años, con las hormonas más revolucionadas que el Roca a las seis de la tarde, mirarte andar con el uniforme del colegio puesto era mi actividad predilecta. Esa pollerita corta era mi debilidad. Incontables fueron las pajas que te dediqué, cuatro ojos, aunque jamás me atreví a confesártelo para que no pensaras que era un pelotudo. Y sí, lo era, solo por vos. Un día, junté valor de donde no sabía que tenía y dije "ya fue". Mi pecho ya no aguantaba todo lo que sentía por vos y me había cansado de fingir ser el tipo serio de la clase. Lo único que deseaba era probar tus labios. Y así lo hice. Bueno, no fue exactamente una confesión. Más bien pasó en una reunión en la casa de Mike. Era mi turno de girar la botellita y, como obra del destino, te apuntó a vos.

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